Hace unos días se me ocurrió hacer un cálculo de las infracciones que llevo vistas en las últimas tres décadas cometidas por ciclistas gamberros. El resultado, redondeando y calculando por lo bajo, fue de 100.000 infracciones. ¿Y saben cuántas veces vi poner una multa? Cero veces.

Es decir, uno solo de los 274.000 habitantes de Gijón, que pasa pocas horas por las calles y en horarios tranquilos, ha visto esa tremenda cantidad de infracciones y jamás ha visto multar a nadie.

¡Si esto no es fomentar el gamberrismo...!