Mientras charlábamos, a un amigo se le escapó una de esas frases que ya no se usan porque están pasadas de moda. "A esos les están haciendo la cama". Dijo para referirse a dos políticos a los que no les estiran las sabanas y les colocan la almohada sino que les engañan haciéndoles creer que están con ellos cuando lo que han decidido es cargárselos en cuanto tengan oportunidad.
Gente que se dedica a lo que decimos la hay en todas partes, pero en política más. Al parecer es una especie de instinto de supervivencia que traen de serie los mediocres, los oportunistas y los que no tienen la valentía de decir las cosas a la cara. Es triste y poco elegante, pero es así.
Mi amigo hablaba de Rajoy y Pedro Sánchez. A los dos les están haciendo la cama. De modo que en cuanto que se descuiden los ponen mirando a Cuenca y les dan por donde ya imaginan ustedes. Ahora todo son risas. Sus equipos de echadores de cartas y lectores de la bola de cristal están diciéndoles que ganarán, pero ya tienen la mirada puesta en el siguiente. Ya trabajan para él o la que venga si las cosas salen como es previsible que salgan. Hay muchas posibilidades de que ninguno de los dos consiga los diputados suficientes para instalarse en La Moncloa. Por eso, dentro del "aparato", hay gente que trabaja en otra clave.
Como ejemplo de hacer la cama, en política, no conviene olvidar que hace años, en 1998, el PSOE convocó primarias para que ganara Joaquín Almunia pero se presentó Borrell y lo llevó de calle. No le sirvió de nada, poco tiempo después le hicieron la cama y se lo cargaron impunemente.
Algo parecido es lo que pasa con Pedro Sánchez. Ha sido elegido en primarias y está legitimado para escoger a su equipo, pero cuestionan cada decisión que toma porque dentro del partido han decidido que se lo cargan.
En el PSOE no querían que ganara Madina. Apostaban por Pedro Sánchez pensando que podrían manejarlo para distraer al personal hasta que su candidato, o candidata, estuviera en condiciones de asumir el mando. Son cosas que se saben. Como también se sabe que el día que Pedro Sánchez destituyó a Tomás Gómez, alguien organizó una cena para echarle una mano? al cuello. Fue el 11 de febrero pasado. Esa noche se reunieron, en un domicilio de Madrid, Zapatero, Susana Díaz, Tomás Gómez y Carme Chacón. Cuentan que Susana consoló a Tomás diciéndole: "Tú tranquilo "Canijo" que después de las autonómicas me tienes aquí". No la tuvo porque lo de Andalucía se complicó y la jugada de sustituir a Gómez por Gabilondo dio resultado. Es igual, haga lo que haga, Pedro Sánchez está condenado y solo podrá salvarse si gana las elecciones, cosa que está difícil.
Rajoy lo tiene parecido. También están haciéndole la cama, nada menos que a cuatro manos. Aznar desde FAES y Soraya contratando un publirreportaje, en el Financial Times, que la presenta como candidata a tomar el relevo y dice que es la favorita del mundo empresarial.
Así están las cosas. De todas maneras no quisiera que sacaran conclusiones equivocadas. El hecho de que quienes están haciendo la cama sean dos mujeres, Susana y Soraya, es circunstancial. Ahora cada familia arregla su casa según le toque a ella o a él.
