Llaranes está hoy más vacío que ayer. Hoy está de luto. Ayer falleció David Gutiérrez Fernández, director del Colegio Público "Llaranes".
Es muy difícil poder canalizar de manera conexa y coherente todo lo que pretendo escribir ya que, aunque yo fui, ante todo, su alumno, me unen a él otros vínculos de trabajo dentro del entramado asociativo del barrio. David formó parte del equipo directivo del colegio desde hace más de veinte años, cuando pasó a ser de titularidad pública. Desde entonces, su huella se ha notado en cada actividad. Y no sólo yo he podido contemplarlo.
Logró hacer algo que muy pocos profesores entienden o quieren entender: convertir el colegio en un verdadero ateneo cultural plagado de actividades de todo tipo, a quien poca gente ponía autor o promotor. Pero era él. David vivía y se desvivía por su colegio y eso es algo de lo que solo un pequeño número de docentes puede presumir.
Eso es la educación, la de verdad. Educar no es obligar a memorizar la tabla de los reyes godos, ni tan siquiera saberte de manera automática y sin sentido todas las obras de García Lorca. Educación es ir más allá, "hacer nacer en los alumnos el deseo grande de aprender". Según Arturo Graff, los que consiguen eso son los buenos maestros. David, sin duda, lo era.
Como dije, me considero ante todo, un alumno. Un alumno valorado, animado y apoyado por el director de su centro educativo para alcanzar sus objetivos y metas. Puedo decir que David es uno de los responsables de que, desde el año 2009, yo esté firmando espacios como éste en este diario.
Te doy las gracias por ello. Igual que te las doy como presidente del Club Popular de Cultura "Llaranes" y, seguramente, lo haga también en nombre de José Ángel del Río, mi predecesor en el cargo. David ha sido un ejemplo en sensibilización cultural hacia sus alumnos y también una persona comprometida con el patrimonio y la historia de Llaranes. Prueba de su constante disponibilidad es su completa implicación en el conjunto de asociaciones y su participación en actividades como la Semana Solidaria y las Fiestas de Santa Bárbara.
Algo que demuestra el cariño que le tenía la gente de Llaranes es que, desde 2012, ha sido propuesto para el Premio "Pueblo de Llaranes", en categoría individual. Año tras año, una papeleta con su nombre y una extensa argumentación ha llegado al buzón de la revista "Larius". Este año no podía ser menos, y así ocurrió la semana pasada.
Tras una conversación en la mañana de ayer con la directiva y redactores de la publicación, se ha decidido otorgarle a título póstumo el Premio "Pueblo de Llaranes", saltándose por vez primera un reglamento que no contempla tal posibilidad.
David es uno de los principales protagonistas de una historia, que como él numerosas veces recalcó, está sin escribir. La del colegio de Llaranes desde la marcha de los Salesianos. Ten por seguro que se escribirá.
En nombre de las entidades que represento, y en el mío propio, quiero dar mi más sentido pésame a su mujer, Berta, también profesora del mismo centro y a sus hijos, familiares e incontables amigos, entre los que afortunadamente me encuentro. Es duro, pero sabemos que, al menos hoy, Caronte rema en la mejor compañía posible.
