CSC se llamará a partir de ahora DXC, pero todo apunta a que seguirá dando muchas alegrías a los avilesinos. Los trabajadores de las dos sedes que la tecnológica estadounidense tiene en la ciudad, ambas en el parque empresarial de la ría, celebraron ayer por todo lo alto la salida a la Bolsa de Nueva York de su fusión con parte del negocio de Hewlett Packard. Lo hicieron como dicta el "american way of life" para estos casos: discursos de orgullo empresarial a puerta cerrada, vídeos corporativos y un aluvión de fotos en Twitter. Y, por supuesto, nada de autoridades en busca de protagonismo. Motivos para la "fiesta" hay de sobra porque la firma no ha parado de crecer desde que llegó (hace meses que es la que genera más empleo en el concejo, con casi mil puestos altamente cualificados). Y porque este nuevo salto garantiza que continúe su expansión, convertida ya en gran referente local de un nuevo modelo productivo.
