En cuatro décadas de democracia nos hemos acostumbrado a ver copados nuestro ayuntamiento, ya sea en su gobierno o en la oposición, por los hasta ahora dos grandes partidos nacionales: el PSOE y el PP.
También nos hemos acostumbrado a ver cómo subordinan los intereses de la ciudad (contaminación, infraestructuras, empleo, servicios públicos) a los intereses y estrategias de sus partidos tanto a nivel regional como nacional, en vez de anteponer los intereses de los avilesinos a sus estrategias de partido.
Frente a esto, hace dos años, surgieron las candidaturas municipalistas, donde convergieron partidos y movimientos sociales que tienen por guía el interés de la gente común, y ello sin menoscabo de la existencia de dichos partidos en su seno, que siguen manteniendo su identidad, y que en su momento supieron dejar en segundo plano sus legítimos intereses particulares en beneficio de la acción común.
Tras dos años de gobierno en muchas de las ciudades más grandes del país (Barcelona, Madrid, Santiago, La Coruña, Badalona...), se ha producido en Barcelona el encuentro Ciudades Sin Miedo, en el cual Ganemos Avilés en Común ha tenido el honor de ser invitado.
En él hemos podido comprobar el impulso que ha significado para dichas ciudades el que prime el interés de la comunidad y no el de unos pocos privilegiados. También hemos podido comprobar el orgullo y la satisfacción que los concejales de los distintos partidos que se integran en dichas candidaturas tienen de ser protagonistas de estos cambios.
Este ejemplo de éxito ha sido imitado en todo el mundo, con el mismo resultado. Y así podemos ver candidaturas municipalistas consiguiendo la Alcaldía y cientos de concejales en todo el mundo, desde Vancúver a Valparaíso, de Grenoble a Nápoles, y con ello, el protagonismo del pueblo en el gobierno o haciendo oír su voz en la oposición de 180 ciudades en cuatro continentes.
La experiencia en estos dos años en el Ayuntamiento de Avilés nos dice que sin el gobierno no se pueden realizar los grandes cambios que Avilés necesita para beneficiar a la comunidad, y que la prosperidad alcance a todos los ciudadanos y no a unos pocos.
Para ello, hemos de lograr lo que tan cerca tuvimos hace dos años: una candidatura municipalista, siguiendo el ejemplo de las que consiguieron alcaldías y logrando así para Avilés lo que en otras ciudades de nuestro país ya tienen: un gobierno de la gente común para beneficio de toda la comunidad.
