El pasado martes 8 de mayo de 2018 se publicó la lista provisional de admitidos para el curso 2018/2019 de la Escuela Pública de Primer Ciclo de Educación Infantil de Gozón. Y, lamentablemente, hay una cara amarga que se repite año tras año por estas fechas: los que quedamos fuera.
Soy una madre que batalla por una plaza en la guardería para su hija. Como muchos otros padres, participo en una yincana burocrática que comienza en el mes de abril, donde vamos superando fases de manera escalonada, y que finaliza en junio, para los afortunados, con las matriculaciones. Pero, lamentablemente, yo no soy de esas, y es que ya es el segundo año que mi hija queda excluida de dicha lista, aun cumpliendo todos los requisitos para entrar.
El problema es que aquí en Luanco no tenemos un plan B. Sólo existe una escuela infantil de 0 a 3 para todo el concejo. Lo cual conlleva o bien a que sigamos "tirando" de los abuelos o familiares para que nos cuiden a los peques, o traerlos con nosotros a la guardería más próxima a nuestro centro de trabajo, lo que supone una "lata" para todos, tanto para el bebé como para la familia.
Es cierto que la educación temprana no es obligatoria, pero considero que es un servicio esencial para padres trabajadores. El acceso a la Educación Infantil a todo aquel que lo solicite es la fórmula más eficaz para lograr la conciliación de la vida laboral y familiar.
La solución más rápida y beneficiosa para todos es habilitar "aulas maternales" en los colegios cercanos a la guardería, que serían La Vallina o La Canal.
Por favor, no empecéis a pasaros la pelota unos a otros. ¡Solucionadlo ya!
