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Entrenador de voleibol

La formación de buenos jugadores

Consejos para la enseñanza y el seguimiento de los deportistas de base con el fin de que puedan alcanzar la élite con unos buenos fundamentos técnicos

Un momento de un partido. J. P.

No hay duda de que a través de la progresión se consigue la eficacia y a partir de ahí, el deporte comienza a moverse dentro de los parámetros de la espectacularidad y de la belleza, que son el fundamento del éxito, lo que conlleva la aceptación plena y sin reservas por parte del aficionado.

Las escuelas de voleibol, creadas para la formación de jugadores tienen que poner un extraordinario empeño en la enseñanza correcta de los fundamentos técnicos básicos, pues de ello va a depender el que mañana el voleibol cuente con jugadores de categoría, capaces de dar espectáculo y llenar por ello las gradas de los polideportivos.

Se hace pues necesario impartir las enseñanzas de forma racional y progresiva, analizando en profundidad cada uno de los gestos técnicos con las estructuras de los movimientos que cada gesto técnico lleva consigo.

Como punto de partida, tenemos que asumir que en el voleibol la transmisión del movimiento se realiza de la siguiente forma: cabeza-tronco, tronco-piernas y piernas-tronco.

Además de lo anteriormente expuesto, tenemos también que ser conocedores de que toda ejecución de un gesto técnico consta principalmente de tres fases: Fase preparatoria, fase principal. y fase final.

Imaginémonos que un jugador va a realizar un pase; la fase preparatoria sería:

El desplazamiento del jugador hacia el balón, hasta situarse debajo de él. La fase principal estaría constituida por una flexión de piernas (movimiento en la dirección del balón), seguida de una extensión (movimiento contrario al balón), para finalizar con el contacto con el balón.

La fase final sería el desplazamiento para incorporarse a una nueva acción.

Todo esto, hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de la enseñanza, procurando que el jugador cuando haga una acción realice las tres fases, pues de lo contrario se perdería eficacia. Es muy frecuente ver a jugadores realizar estos gestos técnicos incompletos con la amputación de alguna de las tres fases muy en particular la final, por lo que la mayoría de las veces se encuentran incapacitados para sumarse a la próxima acción, dando origen a posiciones estáticas en el juego.

Si aplicamos este método en todos los gestos técnicos estaremos en el buen camino que nos lleva a la eficacia por la progresión.

La técnica, pues, es junto con la preparación física la base a desarrollar en las escuelas deportivas. Con estos dos aditivos debidamente combinados se consigue, por fuerza, buenos jugadores.

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