El puerto de Andrúas se localiza en la cota media de 1.100 m de altitud sobre un amplio rellano ubicado en la ladera occidental de la Sierra del Aramo. Conocido familiarmente como el "Jardín del Aramo", la maraña vegetal que lo configura se compone de extensas praderías intercaladas de manchas arbóreas de especies autóctonas donde proliferan de manera relevante los acebos y carrascos. Las sucesivas formaciones se manifiestan con más densidad hacia la base del murallón occidental del Aramo, desplegándose también en sentido opuesto buscando el abrigo de una pequeña serranía articulada por los picos Cutiay, Entrecuetos, Entrepicos, Cueva Mayor y Cueva Menor. Forma parte de este pequeño paraíso la gran mancha arbórea del bosque Riquirieta, prolongación orográfica del puerto que está emplazada entre este último cordal y sobre los linderos norteños de la sierra de Tene.
La abrupta barrera montañosa que confina por el oriente este prestigioso rincón quirosán, se pliega a sí mismo por sucesivos canales a través de los cuales se dibujan los caminos tradicionales que dan acceso a los pastos que atesoran las altas cotas.
Andrúas lo cruza varios caminos, alguno de origen remoto que generalmente los recorren longitudinalmente de norte a sur. De los mismos, sobresalen dos rutas tradicionales que avanzan en sentido paralelo, pero sobre planos de diferente altitud. Por la cota superior se desplaza el camino "Riosán", camino tradicional de pastores y después de mineros quirosanos que lo recorrían en su desplazamiento a las explotaciones carboníferas de Riosa. Por la cota más inferior navega el camino tradicional, actualmente denominado como el G. R. 207 "Camín real del puerto Ventana o de las Reliquias", que los lugareños del Valle del Trubia, ya desde la antigüedad lo recorrían en dirección a Castilla por Bermiego, Bárcena y el puerto Ventana.
Vamos a transitar por el tramo final de este itinerario que arranca en la aldea quirosana de La Rebollada (657 m.) a donde llegamos desde el lugar de Pedroveya por la MO-5, distante unos 2 kilómetros. Desde el pueblo avanzamos dejando a un lado la fuente y el lavadero para continuar por la nueva pista que sustituye al camino real de Andrúas que asciende por las praderas de la Canal Seca y por encima de La Veiga, conjunto de prados cerrados que muestran las huellas de enterramientos megalíticos, hasta encaramarnos en Entrecuetos o Bocarón de Andrúas donde finaliza la pista (936 m.) 2 km. en 30 min. de marcha.
Constituye un estrecho pasadizo flanqueado por las laderas de los picos Cutiay y Braña Río y bocana de este bello paisaje que se presenta nítido y esplendoroso. Proseguimos con la marcha acercándonos a Casa Nueva, construcción de piedra y techo de "tapinos" de hierba y que está relacionada con los árbitros contributivos al tráfico de mercancías por este antiguo camino. Después y yéndonos al frente por las camperas de Buxana, tomamos la huella de la traza, aún vigente, y la señalización de la ruta que prosigue con orientación meridional, que se ajusta a las rugosidades de la ladera salpicada por varios arroyos.
El más caudaloso se cruza por el primitivo lugar, denominado "pontón de piedra" que salva el arroyo Mosa. Seguimos avanzando de manera ondulante por el viejo camino, a tramos embarrado, que surca más adelante el tupido bosque hasta presentarnos ante un cierre que nos abre paso a una reciente construcción de una pista de tierra. Por ella vamos poco a poco acometiendo la sostenida remontada que dejando atrás el bosque, zigzaguea por la limpia campera hasta culminar en el Pando de la Mortera (1.125 m.) 5,5 km. en 2 h. y 35 min. de marcha, estratégica balconada abierta entre los picos Airúa Naval y Besirueñu. Desde aquí nos asomamos a todos los vientos del valle de Quirós, de la cordillera Cantábrica y de la rasa costera asturiana, mientras que el camino tradicional prosigue en formato de pista agrícola hasta la majada de Linares y el pueblo Bermiego, itinerario que no seguimos en la presente ocasión retornando a La Rebollada por el camino de ida.
