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Consejero de Presidencia y exalcalde sierense

Comprometido y generoso

Un hombre que transmitía sosiego y seguridad

Dicen que uno de nuestros pecados como país es loar a las personas fallecidas, de hacer tabla rasa de todas sus acciones, quedarse sólo con las buenas y si fueran escasas exagerarlas o inventarlas. No voté nunca a José Aurelio, critiqué su gestión y tardé mucho tiempo -error de juventud- en reconocerle un solo acierto. Creo en Mirabeau y en Malouet. Militábamos en formaciones políticas rivales y teníamos proyectos políticos diferentes.

Es el tiempo y no un fallecimiento el que coloca las cosas en su lugar, el que pondera y modera las opiniones, el que permite opinar con perspectiva y hablar con propiedad. De forma más que prematura nos deja una persona que creía en la política como espacio de encuentro y no sólo de confrontación, que dialogaba con todos, escuchaba y daba consejos. Vivió con pasión sus responsabilidades, que luego contempló con la serenidad de quien, siendo nuestro alcalde más joven, supo alejarse de ese huracán que es el espacio público de nuestro municipio, pero continuó cerca de sus vecinos y vecinas. Pude conversar con él en numerosas ocasiones sobre los retos de Siero, acerca de nuestras dificultades, de la desconfianza ciudadana, de la necesaria honradez en la vida pública, pero también de la grandeza de este concejo, de su espíritu culto y abierto, de su enorme potencial, de lo que debería ser su futuro, de nuestros errores y aciertos colectivos. Ya no habrá más posibilidad de encuentro en la plaza del mercado, o en su querida Santolaya, lejos de cualquier protagonismo público.

José Aurelio transmitía sosiego y seguridad, pedía abandonar falsas polémicas y centrarse en lo importante. Hacía realidad la opinión de que no hay separación entre comportamientos públicos y privados, que la política es mucho más que un cálculo científico. Dicen que no es generoso quien da mucho, sino quien comparte lo que tiene, ése era José Aurelio. Su familia y sus amigos pueden sentirse orgullosos porque nuestro alcalde José Aurelio será recordado tal como fue, sencillo y cercano, comprometido con los suyos y generoso con los demás. Hoy este trozo tan grande de tierra es un poco más pequeño.

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