Esta semana en Lugones estrenamos un hotel de asociaciones, noticia por la cual deberíamos estar contentos, pero nada más lejos de la realidad. El que supuestamente representaba a Lugones en el anterior mandato decidió por cuenta propia, sin analizar necesidades, ni hablar con asociaciones, que este hotel iba a solucionar el problema de estos colectivos. Después de ceder en aspectos más importantes de la localidad (zona azul o contenedores) le contentaron con una importante partida de dinero para realizar la obra y otra más para equiparlo, creando así otro local público.
Nace ya pequeño, sólo 11 despachos y 2 de ellos ya están previamente ocupados, además cuenta con dos salas para reuniones, no hay opción de ensayar, ni realizar otra actividad que no sea reunirse. Esto ha llevado a tener que crear unas normas de uso restrictivas, ya que solo se podrá acudir en horario de tarde, compartir despachos, acudir al menos una hora a la semana? ¿No estaría mejor reagrupado todo en un centro cultural? ¿Era esto lo que necesitábamos?