Cuando se situaron ante la Santina los de Bimenes y reconocí a Orfelina Suárez la impresión resultó más profunda. La vida en la distancia. Existir es sentir nostalgia. Desde los años de la escuela de Nava, cuando hacíamos corazones de tiza en la pared como Radio Futura, hasta ahora, ante la Virgen de Covadonga, con la ofrenda del ramu junto a Los Yerbatos, el alcalde Aitor García y el cronista Luis Miguel Montes. Pasado y presente en un mismo recorrido. Cargados con la vida y las tradiciones de la tierra, con la mina y la llingua, han ofrecido un testimonio de fe, esperanza y compromiso con los que sufren la crisis. Ejemplares yerbatos.

Cada 8 de septiembre vivimos la fiesta de la Virgen con el corazón dividido, atento a Covadonga y a Teror. La geografía de María en España es para nunca acabar, como escribía aquí Agustín Hevia Vallina. También la Patrona de Gran Canaria, la Virgen del Pino, nos acerca a la patria querida en el día más especial. Teror y Nava son villas hermanas con lazos permanentes de amistad. Desireé Carrio, yerbata de origen, ha representado a los navetos en estas fiestas de El Pino.

Pero fue José Manuel Cueto Casielles, un navetu ya con hijos y nietos canarios, el que obró el hermanamiento en 1994. Jubilado de Telefónica, veterano militante socialista y respetado sindicalista de UGT en las Islas, José Manuel Cueto aún caminó esta semana a Teror entre cientos de peregrinos. Hace ya unos años, Cueto instaló en Las Palmas a su madre y a su padre José, Pepón, inolvidable figura de Llames, maquinista de extracción en Solvay; ganadero tras dejar el pozo, hombre grande y gran hombre, y recordado por muchos en Nava como concejal con Emilio Ballesteros Castro y Francisco Fernández Arenas de alcaldes. Pepón cumplió 90 años el 13 de agosto, como Fidel Castro. Cuenta su hijo, que ahora cultiva una huerta, que si deja a su padre una fesoria, que por allí llaman sacho, "es el hombre más feliz del mundo". La íntima arqueología del alma astur se ilumina en Covadonga y en los bordes del océano.