Se trataba de una visita de carácter privado, íntimo y familiar, y así transcurrió el tiempo que consagramos ayer a la memoria del general de brigada de la Guardia Civil Gonzalo González Martínez en el Centro de Documentación y Estudios Literarios y Sociales situado en la colegiata de Teverga.

Al toque de campana del mediodía, un numeroso grupo de personas, familiares (esposa, hermanos, hijos, sobrinos), generales y coroneles de la Benemérita y del Ejército y representantes del concejo, junto al teniente general de la Guardia Civil y Secretario General de la Casa Real Domingo Martínez Palomo, nos congregamos en una de las aulas anexas al templo tevergano.

Allí, en un amplio expositor-vitrina-que el Centro le ha dedicado el pasado mes de junio, junto a otros hombres y mujeres de letras, investigadores y artistas del concejo- depositamos un sable a su memoria. Una vetusta sala plena de poesía, prosa, bellas artes? y hombres y mujeres de bien en una bella y armoniosa simbiosis que recoge el alma, la historia y la vida de un concejo.

En el interior del "Aula José María Ruilópez y Juan A. Brañas", este cronista tuvo el honor de recibir de manos del general Palomo un sable de oficial para a su vez ser entregado a la viuda del general Gonzalo, Matilde Alonso, quien lo depositó sobre un terciopelo rojo dentro de la vitrina-expositora que contiene diferentes pertenencias y objetos del general: guerrera, hombreras con la estrella de cuatro puntas, condecoraciones, unos gemelos de plata, el tricornio, libro y trabajos a él dedicados, una estampa del Bernabéu (era un madridista cerrado), un bolso de cuero con naipes (le gustaban las partidas de cartas en los chigres con sus amigos) y otros objetos.

Hubo emoción y dulces lágrimas en la esposa, que agradeció vivamente todo cuanto se hizo en el concejo por el marido. El general Palomo -muy emocionado y con lágrimas contenidas- agradeció a "Tebrigam Diligentes" la iniciativa de dedicar un expositor a la memoria del general Gonzalo. Destacó que esta asociación tiene entre sus objetivos la defensa de la dignidad del ser humano: "Considero un acierto poner en valor la trayectoria del general Gonzalo porque a lo largo de su vida supo tomar en serio el respeto de las personas. También quiero resaltar que fue un ejemplo de amistad y de compañerismo, de un elevado sentido del deber y de abnegada, eficaz y valiosa entrega a la profesión, prestando grandes servicios a la sociedad". Concluyó el general Palomo diciendo que fue una persona íntegra, competente, buena y honesta cuya ejemplaridad es digna de ser imitada por su sencillez y humanidad". Al término del acto, el escritor tevergano José María Ruilópez leyó un poema de Walt Witman.

El cronista lo había solicitado al general Palomo y éste, sensible a la demanda, no solo accedió con gusto, sino que fue costeado por los compañeros de promoción del general tevergano. Terminada la visita, los invitados recorrieron el templo de la colegiata (monumento nacional del siglo XI) oyendo las preciosas y precisas explicaciones de la guía Rosa Fuenteseca.

Aunque nacido en Sahelices (León), Gonzalo González Martínez se consideraba un hijo de Teverga de los pies a la cabeza, ya que vino a este concejo a temprana edad al ser trasladado su padre, guardia civil, a la casa-cuartel de Entrago. Alumno de D. Ángel Urbano en la escuela de La Campa, ingresó dos años después en el colegio San Pedro, donde estudió el bachiller siendo un alumno tan brillante que los compañeros y profesores le llamaban "Pitágoras". El número uno de su promoción "primeraco" en Zaragoza, en 1978, el Rey don Juan Carlos de Borbón, le hizo entrega del despacho de teniente, el sable honorífico y la "Cruz al mérito militar con distintivo blanco". Recorre varias partes de España y el extranjero y es también el número uno en la Escuela de Estado Mayor del Ejército.

Siendo comandante entra a formar parte de la élite de mandos en la UCE-1 (Unidad Central Especial) en cuyos servicios quedará hasta su fallecimiento. En febrero de 2011 es ascendido a general de brigada, falleciendo el 20 de marzo de 2012.

El general Gonzalo estaba en posesión de más de una treintena de condecoraciones españolas y extrajeras y en junio de 2013, en una bella y memorable jornada, el pueblo tevergano le dedicaba una plaza en la villa de San Martín poco después de recibir, a título póstumo, la "Gran cruz al mérito militar". Por su parte, el teniente general Domingo Martínez Palomo y el general Gonzalo -íntimos amigos- cursaron juntos estudios tanto en Zaragoza como en Madrid. El general Palomo tiene tras de sí una brillante carrera y hoja de servicios, siendo Jefe de Planificación con el Rey D. Juan Carlos de Borbón y en la actualidad desempeña el cargo de Secretario general de la Casa del Rey.

Cuando estas líneas escribo, las golondrinas acaban de irse de los claustros y se han perdido un bello acto sencillo y caluroso. Pero la próxima primavera volverán sus nidos a colgar bajo las vigas donde aún se oyen los pasos de los estudiantes, el latido de corazón de la madre sabiduría y el silencio de un sable durmiendo el sueño de la paz mientras el verso del poeta de Orihuela queda escrito sobre uno de los vetustos muros: "?compañero del alma, compañero".