Sirvan estas líneas para sacar a la luz pública los lazos familiares de tan insigne personaje con Bimenes.
El matrimonio formado por Manuel Arboleya y María Turrado vivía en la parroquia de Suares dedicado a la labranza; él era natural de este mismo sitio y ella, de La Vara. Al menos tuvieron tres hijos: Marcelino Arboleya Turrado (personaje capital de este artículo), José (padre del pintor Manuel Arboleya) y Basilio (antepasado de quien suscribe).
Marcelino nació en la parroquia de Suares hacia 1840. Poco sabemos de su biografía. Fue oficial del Registro de la Propiedad de Pola de Laviana en los años sesenta del siglo XIX. Aquí conoció a su esposa, Amalia, con quien casó en 1869 -ella con 18 años, él con 29- en la capital del vecino concejo, y aquí nacería, en 1870, el hijo primogénito de los cinco que tuvieron: Maximiliano Arboleya. Marcelino regresa pronto a su concejo natal al obtener la plaza de secretario del Ayuntamiento yerbato, estableciéndose la familia en Rozaes, lugar donde nacerían el resto de sus hijos: Adolfo (1873), Asunción (1875), Jenaro (1876) y Eladia (1877).
Los cuatro fueron bautizados en la iglesia parroquial de Piñera, los dos primeros por el cura Domingo Suárez Francos y los otros dos por Severo Valdés. Los padrinos de Adolfo fueron José Arboleya y Carolina Martínez -tía del niño-; de Asunción, Basilio Arboleya y Armanda Martínez; de Jenaro, Jenaro Sánchez -vecino de Sienra (Xenra) y abuelo de Luisa la de Rosario, nuestra querida "Tatina"- y Petra Vigil Castañón -quien casó con el apoderado del palacio y diputado provincial Estanislao Ordóñez-; de Eladia lo fueron Manuel Soto -natural de S. Esteban de Ribas del Sil, Orense- y su esposa, Jacoba Montes, de Santu Medero.
La mujer de Marcelino, Amalia Martínez Corujo, era hija de Manuel y de Teresa, oriundos de las parroquias sierenses de Tiñana y Vega de Poja, respectivamente. Amalia nació en Pola de Laviana (1851) debido a que su padre estaba de maestro en Villoria, luego estaría en La Pola. Eran siete hermanos, uno de ellos Ramón Leoncio que con el tiempo sería obispo de Oviedo, durante veinte años, con el nombre de Ramón Martínez Vigil (mudó el segundo apellido).
De los hijos de Marcelino y Amalia, sobrinos del obispo, sabemos que Adolfo se dedicó a la abogacía; Asunción estuvo de monja en las Adoratrices de Gerona y Oviedo, poco tiempo después regresó al domicilio familiar; Jenaro murió antes de cumplir los seis meses y Eladia fue superiora de las Adoratrices en el convento de Roma con el nombre de Eladia de Jesús. El primogénito, Maximiliano Arboleya, fue uno de los hombres más influyentes de la vida política y social de la época y un luchador infatigable. Un adelantado a su tiempo, justo en el año en que se conmemora el 65.º aniversario de su fallecimiento (1951) en Meres (Siero), en su "Tebaida del Nora".
Marcelino Arboleya Turrado fallecería poco tiempo después del nacimiento de su hija Eladia (creemos que no llegó a cumplir los cuarenta). Amalia se casó en segundas nupcias con un langreano de Riaño, Francisco Fernández Fueyo, y tuvieron una hija llamada María.
Las fuentes de este trabajo provienen del Archivo Histórico Diocesano de Asturias (Oviedo), del Registro Civil del Ayuntamiento de Bimenes (Martimporra) y del excelente libro de Mª Dolores Alonso Cabeza titulado "Santa María de Tiñana. Una parroquia del concejo de Siero (Asturias). Datos de su historia".
