La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cronista de Bimenes

Aquellos negocios de Santu Medero

Los antiguos comercios y oficios que se anunciaban en los porfolios

A continuación, vamos a recordar algunos comercios emblemáticos y oficios que se anunciaban en los porfolios editados con motivo de les Feries de Bimenes, a mediados del siglo pasado, y que dieron tanta vida al concejo.

Entre los chigres, en Rozaes, estaba el de Román, con su elegante galería sobre el río y su bolera; la taberna de Paniceres, que se anunciaba como "bar, almacén de vinos y tienda de comestible", y el bar de Meana; en La Venta había el chigre de Severino Suárez; en Fayacaba, a los pies de la Peña, el bar de Antón, y en La Casilla, el bar de Vicente.

Hubo otros oficios, hoy casi olvidados: carniceros, sastres, carpinteros, relojeros, panaderos, ferreteros o barberos. En Rozaes había tres carnicerías: la de Veneranda, la de Julio Carrio y la de Graciano Montes; las sastrerías de Luis González, de Ovidio García (vendía máquinas de coser) y la de Vicente A. González; la carpintería de Eladio García, la relojería de Juan Rivas, la panadería San Cipriano de Ernestón o la ferretería de José Estrada. Para cortar el pelo a los caballeros había un barbero (lo que hoy sería un peluquero o fino estilista), José del Corro, conocido como Pepe el Barbero.

Para el arte de la forja y la técnica de la soldadura se contaba con la fragua de Vicente Gutiérrez, quien se publicitaba como "taller de herrería, soldadura autógena, garaje de bicicletas y garaje de motos". Al negocio de la "hojalatería y reparaciones en general" se dedicaba Agustín Sánchez, quien arreglaba potas, lecheras, sartenes?, aunque su especialidad era la "colocación de canalones en el día". Emilio F. Cueto llevaba un almacén de piensos y cereales, Vicente Piñera vendía material de construcción, Albino García era contratista de obras, Ovidio Montes distribuía piensos "Ivanasa" y Sara Argüelles tenía una tienda de ultramarinos que se anunciaba así: "Paquetería, mercería y géneros de punto".

En Tabayes, Silvino Montes ejercía de pañero y sastre. El negocio de José Nava, Casa Pepe, que contaba con "sastrería y comercio en general" destacaba en Piñera. En Cardeli había un comercio de toda la vida, Casa Celsón, y una teyera, la "tejera mecánica" de Primitivo Gutiérrez. Los hospedajes fueron los pioneros en el turismo rural. Como el de Casa Maruja, en Melendreros, cuya publicidad decía: "Visite Peña Mayor y hospédese en Casa Maruja. Cocina selecta".

En Casa Argüelles había de todo: chigre, tienda de ultramarinos, productos de bisutería, casa de huéspedes, local para bodas, material de paquetería y bazar de calzados. Fueron renombrados los zapatos "El Tigre". Con cada par de zapatos comprados te regalaban un crucigrama que daba opción a participar en un sorteo de premios valorado en un millón de pesetas. También tenían la exclusiva para el concejo de las bicicletas "Saeta" y los aparatos de radio "Anglo". Los Argüelles fueron una saga familiar ejemplar que también se dedicaron a la fotografía. Comenzó el patriarca , Vicente Argüelles (sería alcalde de Bimenes), le siguió su hijo Pepe y ahora sigue con su nieto Juan Carlos, en Nava. A mediados del siglo pasado rezaba la publicidad: "Casa Argüelles. Laboratorio de aficionados, carnets en el acto y reportajes a domicilio (especialidad en bodas y banquetes). Teléfono 5. Rozadas".

Una referencia inevitable era la zapatería de José Llamedo, Pepe el Zapateru. A la entrada de Rozaes, un cuarto con un atrezo peculiar: montones de zapatos que con asombroso oficio y maestría siempre encontraba, y en las paredes, entre polvo y telarañas, se adivinaban pósteres del Real Madrid. Pepe iba todos los días desde La Rubiera -donde vivía- hasta Rozaes, primero en bicicleta, luego en una Derbi.

Hoy, como consecuencia del despoblamiento de nuestros pueblos, la mayoría de estos negocios pasaron a mejor vida. Continuará.

Compartir el artículo

stats