La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El paragües

Hilo

A mi llegada a la Pola como maestro me sorprendió el rigor de trabajo de compañeros, dedicación, compromiso y esfuerzo en la mejora de la calidad educativa. Mi adscripción al área de Lengua y Literatura Castellana, en aquella Segunda Etapa de la EGB, obligó la coordinación con el que yo llamaba cariñosamente "El Catedráticu", Jose Luis Cascos Fernández, descubriendo su enorme competencia y el extraordinario nivel de instrucción que conseguía en el alumnado. Supo hacer agradable el tedioso análisis sintáctico de oraciones subordinadas o convertir la expresión oral en conferencias impartidas por los discípulos versando sobre temas de interés propio, con oratoria de peritos. Acercó a aquellos adolescentes la Literatura en obligadas lecturas de Casona, Delibes o Antonio Machado y los recitales poéticos. En la distancia corta acaricié su buen hacer lírico, nacido de un alma grande y sensible no exteriorizada, su emoción recitando a Hernández o Lorca y sobre todo su ternura ante las personas con discapacidades. Este miércoles, al final de la tarde, dijo adiós al mundo y cuando supe la noticia recordé a Machado en "Una Noche de Verano": "¡Ay, lo que la muerte ha roto era un hilo entre los dos!"

Compartir el artículo

stats