Con los últimos kiwis de cosecha casera dando guerra, junto a unas fresas rojo pasión, lucen gallardos diferentes plantones y esquejes de especies dignas de las más selecta horticultura del Bajo Nalón. En la zona en la que los productores locales buscan dar salida a sus pequeños tesoros, en el mercado de los jueves de Pravia, posicionados estratégicamente en bandejas, pequeños alevines de productos de primer uso buscan crecer en otras manos y en otros lugares. Disfruto mucho viendo el ingenio, la pericia y la diversificación de aquellas gentes que desde hace tiempo coquetean con una agricultura sana y prudente. Pero que a nadie se le olvide que muchos de esos padres, madres, abuelos y abuelas sembraron para el futuro, y sus descendientes cultivan en las vegas del Nalón y del Narcea.