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Vicente Montes

El Paragües

Vicente Montes

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Es innegable el esfuerzo que las administraciones hacen para paliar la pobreza. Los salarios sociales, las ayudas municipales a personas en situaciones límite y otras acciones son argumentos irrebatibles de ese empeño. Pero, como ocurre en casi todos los ámbitos administrativos, existen limitaciones. Son necesarias una serie de condiciones, en algunos casos ajenas a la situación económica, para acceder a ayudas, como el tiempo de empadronamiento. Además, hay unas limitaciones burocráticas, necesarias, que impiden la inmediatez para quienes padecen una necesidad inminente. Por ejemplo, el salario social tiene un año de demora. Por eso hoy, y tal vez mañana, son necesarias instituciones que con poco trámite puedan prestar ayuda de urgencia a personas en situación extrema, que mantengan contacto, seguimiento, ayuda material sostenible y que sean un arrimo cuando la desesperación asoma su horrible faz. La más emblemática es Cáritas, que en la Pola sabe bien de estas situaciones. Y ahora, lamentando que la Administración no pueda ser la que definitivamente ayude a los pobres, Cáritas Asturias necesita socios más que nunca, sus recursos disminuyen. En la Pola agradecemos la generosidad que nos permite funcionar dignamente, pero hay sitios con menos suerte.

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