Aunque el tema de los inmigrantes que van llegando a Europa por decenas de miles, aún no comenzó a sentirse en nuestro país, pese a estar ya cuantificado el número de ellos que España debe acoger, (300 en Asturias), el debate ya se encuentra a nivel de calle, a favor los unos, y no tanto los otros. Por un lado razonando que Asturias a lo largo de su historia ha sido tierra de emigración, y que la cifra que se deben acoger, se puede asumir con facilidad.
La foto del pequeño Aylan muerto en la playa, despertó una corriente de empatía con los migrantes, cosa esta que no sucedía antes de la impactante imagen, que removió conciencias en todo el mundo, y donde también murieron miles de personas en su intento de llegar a Europa.
Toda una corriente a favor, con declaraciones y ofrecimientos, para intentar solucionar o paliar esta diáspora, que parece no tener fin, de personas que huyen de regímenes totalitarios en busca de una nueva vida para ellos y los suyos. Creen que resulta lo correcto, defendiéndolo con vehemencia. Por contra, la parte contraria exhibe argumentos totalmente enfrentados a los primeros.
Sus razonamientos van en el sentido de que España con millones de compatriotas sin trabajo ni prestaciones, va a asumir una carga insoportable, además de claro agravio comparativo para ellos.
Alguno arguye que todas las personas son respetables, pero sus costumbres no tanto, citando ejemplos que en vez de adaptarse al país de acogida, pretenden imponer las suyas.
También les llama la atención que no se dirijan a países hermanos, cual pueden ser los ricos del Golfo Pérsico, con lengua, religión, y costumbres similares.
Detrás de todo ello, consideran que habrá un efecto llamada, con desbordamiento del todo, y cuando la actual corriente de simpatía se vaya diluyendo, barruntan problemas.
Los pros y los contras se van sucediendo, pues el tema está candente, con criterios muy encontrados, con lo cual no llegan a solución intermedia.
Uno, en este caso se limita a ser mero testigo, así que simplemente extrapolo al papel todo lo escuchado sin más.
Dicho queda, por si acasu, como avisu para algún "navegante" despistáu, que quiera sacar punta a la opinión.
