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Desde la Meseta

Recibo noticias

Novedades desde Cuba, Cataluña, París... y Langreo

Hay veces que me entristece el no recibir noticias de alguien, de personas, de amigos e incluso de simples conocidos. Sin embargo hay otros momentos que todos ellos se descuelgan a la vez y eso me alegra. Como es el caso de ahora y les cuento, porque vienen desde el lugar más distante y a veces hasta inesperado.

Primero recibí carta o correo desde Cuba, que bien creí que se había olvidado de mí, para decirme que me enviaba los sellos emitidos por ese país del pasado año 2014.

Después me llamó mi amigo y antiguo jefe catalán, del que no sabía desde hacía unos cuantos meses. Yo le llamé varias veces y no obtuve respuesta. Es más, envié un correo a una de sus hijas y me vino devuelto. Por fin fue él el que "respiró" y charlamos un rato por telefonía. De política no hemos hablado apenas -prohibido- y solo en broma le pregunté si hacía "campaña" y me respondió que ni su mujer ni él estaban en edad de salir a la calle para semejante cosa. Eso sí, me dijo que irían a votar, pero no a favor o en contra de qué. Riéndome, le dije que esperaba que pudiésemos seguir hablando sin tener que poner una conferencia de Telefónica de España a Telefónica de Cataluña. Él también se rió: buena seña de momento.

La última misiva la recibí desde París sorprendentemente. Una médico que trabajaba en un hospital madrileño, pasó a residir a un importante hospital parisino (Salpetriere), donde falleció la princesa Diana de Gales. Me cuenta que está buscando piso y yo le deseo, aparte de sus éxitos médicos, dé con un buen lugar para vivir, ya que es amante de la pintura.

Bueno, también recibí puntualmente el colorido y ameno porfolio de El Carbayu. ¿Qué más puedo pedir? Más tarde o más temprano nos acordamos los unos de los otros y eso es bueno.

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