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A mi aire

Asesores

Los cargos del Gobierno regional contratados y la continuidad de veteranos políticos

Si en algo se ponen de acuerdo los partidos políticos con representación en entes de todo tipo, no es en otra cosa que en lo de contratar asesores en número proporcional a su cuota de poder, pero a costa de nuestros impuestos.

Sin ir más lejos, el Gobierno del Principado tiene en el momento actual la friolera de 41, que nos cuestan 1,6 millones al año, con sueldos que oscilan entre los 30 y 55 mil de euros anuales.

Destaca la Consejería de Presidencia con nada menos que 8, lo que a cualquiera de nosotros le puede dar por pensar que los consejeros son una calamidad, amén de incompetentes, pues con tanto asesor la impresión es que ostentan el cargo por dedazo o méritos políticos. Teniendo, además, a su disposición excelentes funcionarios de carrera que conocen a la perfección los entresijos de sus departamentos.

No hace falta decir que resulta pura perversión. De todos es conocido que son becas al uso para colocar a amiguetes o correligionarios que se quedaron sin puesto en el último reparto político.

Pero sobre todo me llama la atención el "sueldín" de un asesor adscrito a la Consejería de Derechos y Servicios Sociales -55.000 euros- mientras las personas a las que deben atender tardan años en recibir las prestaciones solicitadas, 1.200 abuel@s a la espera de ingresar en alguna de las residencias del ERA, e incluso la reclamación a familiares de fallecidos de importantes cantidades de dinero, tras el fallecimiento de algunos. Como se puede observar, todo la mar de "social".

Debo de insistir, pese a los reproches cuando se está en la oposición, en que los cromos se siguen intercambiando continuamente, para regocijo de los afortunados, la mayoría asesores de la nada, pero cuatro años a chupar del bote.

Concatenado con todo ello, uno comprueba las listas a las elecciones del 20-D y alucina con algunos de los nombres que por ahí siguen becados en puestos con premio seguro: Tini Areces, u Ovidio Sánchez, aparecen como simples muestras de personajes que hace tiempo deberían de estar en sus cuarteles de invierno. Son fiel ejemplo de las estructuras rocosas de los partidos, que no hay modo de que dejen leve fisura para que por ella entre aire de renovación.

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