La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

A las duras y a las más duras

Tengo una enorme curiosidad por saber los resultados que obtendrá el partido de Arturo Mas en las próximas elecciones generales en las que Convergencia, en esta ocasión, se presenta bajo su nueva bandera con Quico Homs encabezando la lista y la misión de defender el independentismo en el parlamento nacional. Se ve que no las tienen todas consigo con respecto a su proyecto soberanista y ahora van a ir a llorar a Madrid si es que obtienen algún diputado. Porque el pacto antinatura con ERC y otros para formar esa cosa rara que ha dado en llamarse Junts pel Sí y, por otro lado, el más que posible apoyo de la CUP a la investidura de Arturo como presidente tiene a la ciudadanía catalana, y a muchos miembros de su propio partido, hasta las misma cejas. Sin contar a los empresarios de los que se dice que más de setecientos ya han cambiado su domicilio social a otras comunidades en previsión de que al final el engendro Junts-CUP cometa la torpeza y la ilegal barbaridad de declarar la independencia de forma unilateral.

Y es que estos, como el de la perlesía, disparan a todo lo que se mueve menos a lo que tienen que disparar, que es el sacar a flote los asuntos propios, entendiendo por tales a la sanidad, la hacienda, la educación y todas esas cosas que corresponde gestionar a un gobierno que se precie de tal, y no a gastarse la viruta en publicidad de sus espurios intereses, como les han reiterado desde Madrid. De manera que, si van a salirse de España, no se qué es lo que van a pintar en Madrid. Habrá que estar a las duras y a las maduras. Vamos, digo yo. ¿O es que, si se salen, sus diputados van a permanecer en sus escaños del Congreso y del Parlamento Europeo? Les echarán, como resulta lógico y palmario. Y una vez fuera los legislativos tendrán que reajustarse adjudicando esos escaños de forma proporcional al resto de partidos que conforman los respectivos hemiciclos. ¡Menudo follón! Desconozco si existirá alguna norma que contemple esa eventualidad.

De manera que, a estas alturas, lo mejor que podría hacer el presidente en funciones (no se cuáles) sería proceder a la convocatoria de nuevos comicios para ver si las urnas arrojan un resultado que de una vez les ponga en su lugar. Que es en su casa.

Compartir el artículo

stats