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Desde mi Mieres del Camino

La estela musical de Diamantina Rodríguez

A sus 95 años, la cantante sigue en los concursos de tonada

Con una amplia sonrisa y unos claros vestigios de mujer lozana allá en tiempos lejanos, Diamantina Rodríguez, la genial intérprete y maestra de la canción asturiana nos recibe, en la Residencia "Noreña", de la localidad perteneciente al concejo de Siero y que está bajo el manto protector y público del ERA.

Una simple llamada telefónica anterior y la disposición total de la directora del centro, abrieron las puertas hacia una charla amena que uno hubiese deseado más larga, con esta quirosana de noventa y cinco años que, sin renunciar a sus orígenes, se declara mierense a casi todos los efectos. Pese a cierto problemas con la vista, el encuentro identificador es inmediato porque Diamantina, tal como declara, tiene el oído muy fino, cualidad que le valió, en su larga carrera artística, para complementar perfectamente una voz de encanto, de cadencias y de enorme sensibilidad, en torno a la tonada astur.

Y sin embargo no accedió a los primeros planos del folclore hasta cerca de los treinta años cuando, en 1955 quedó campeona del tercer concurso convocado por el diario "Región", tras ocupar el segundo puesto en las dos anteriores ediciones. Entonces fue cuando tuvo la oportunidad de encontrarse con "Los Cuatro Ases" y Cuchichi le dijo: "Mira, no te presentes más a concursos, colabora todo lo que puedas en certámenes y citas no competitivas, porque así te vas a quedar como la campeona de este concurso, para toda la vida". Y Diamantina Rodríguez nunca más volvió a pisar las tablas en plan de competir. Sí lo hizo, de forma abierta y muy frecuente, en cuantas citas solicitaban su presencia, sobre todo en aquellas de orden benéfico. Sus tres LP y tres singles grabados, con ciento cuatro canciones, la colocaron en la cúspide hasta el punto de situarla al lado de la Busdonga como referentes de las listas de intérpretes de la asturianía en todo el entorno histórico.

Cuando a Diamantina Rodríguez -que dicho sea de paso, por su carácter abierto y su dinamismo permanente, viene a ser como "la alegría de la huerta" en el centro geriátrico "Noreña" - se le habla de Mieres, una franca sonrisa envuelta a un hado de nostalgia, invade su rostro sin perder ni un ápice de esa su energía que aún conserva intacta. "para mí -dice- Mieres del Camino fue mi casa ya que viví veinte años en La Fonda, siete en Santa Marina y veintidós en San Pedro, teniendo en cuenta que llegué muy joven, recién cumplidos los quince y casada con mi marido Argimiro Fernández, que era gaitero quirosano, aunque hacía madreñes para ganase la vida. El pobre estuvo, tras la Guerra Civil, dos años en un batallón de trabajadores, mientras que yo iba a servir a Soto Ribera y Oviedo".

Con Juanín de Mieres le unió una buena amistad que, artísticamente hablando, se tradujo en la interpretación conjunta y grabación de dos canciones dialogadas, la novedad de entonces, con los títulos de "Dónde vas de madrugada" y "Pastor que estás en el monte". "Hoy -asegura Diamantina- no las canta nadie". También tuvo oportunidad de unir su voz, en plan dialogado, a la de otro gran intérprete masculino, Agustín Argüelles, a quien recuerda con admiración y cariño.

Crítica como ella sola, esta quirosana-mierense escucha, siempre que puede, el programa de la TPA "Cantadera" y en él estuvo para dejar constancia de sus impresiones acerca de la actualidad artística de la tonada en unos tiempos que parecen propios para la recuperación de los valores tradicionales de la canción asturiana. Y, como es lógico, dada su reconocida maestría que le permitió, en un tiempo no muy lejano, orientar a muchas de sus alumnas hacia el verdadero sentido de la interpretación en el área femenina, saca conclusiones para lo negativo y lo positivo. "Mira -dice al reportero- a mí nunca me gustó "La Mariñana" de José González "El Presi" porque mezclaba el tambor. Y sin embargo, todo el mundo la pedía. Me encanta ahora como interpreta Liliana Castañón "La Soberana" al estilo de la famosa "Pichona" en tiempos de los Cuatro Ases. Por otra parte a mí me gusta cantar con dulzura, por ejemplo "El mozu que me cortexe", que es la historia de una mujer madura y casada, que se enamora de un chavalín".

Diamantina Rodríguez, con toda una demostración de su prodigiosa memoria, fresca en muchos matices y momentos históricos, recuerda con auténtica admiración a quienes, de una forma u otra dejaron y están dejando huellas inequívocas de su interés por la promoción de la tonada. En esa línea está Ricardo Vázquez Prada, promotor de los concursos de "Región", el recordado Carlos Jeannot, alma mater del "Ciudad de Oviedo " que se sigue organizando bajo el patrocinio del Ayuntamiento de la capital y LA NUEVA ESPAÑA, el también desaparecido Modesto González Cobas que, por cierto, escribió un bonito artículo periodístico con motivo de la grabación del primer LP de Dimantina. Y no se olvida de quienes en Mieres mantiene en alto proyectos de promoción. En esa línea cita a Ismael M. González, director de la Casa de Cultura, Facundo el de Rioturbio, iniciador y mantenedor del Concurso "Cuenca del Caudal", la Asociación Vecinal de Santa Marina con nuevos valores... En fin y otras muchas personas, incluidas las folkloristas, que han sabido recuperar del olvido la esencia del folclore regional.

Llega la hora de las despedidas. Y es que Diamantina Rodríguez, como residente del centro geriátrico público del ERA en Noreña, ha de ajustarse al horario previsto y toca la comida. "Pero que no me den -afirma medio sonriendo- nada de marisco porque no son partidaria de ello. En cierta ocasión, con motivo de una comida dentro del homenaje que se le tributó la diario "Región", pusieron en el menú nada menos que fabada con almejas. Yo, sin más, pedí que me retiraran las almejas para comer solo "les fabes" y detrás, un poco de compango".

Indudablemente la cantante nacida en Quirós pero afincada muchos años en Mieres guarda todo un caudal de recuerdos que fluyen en ella con una facilidad increíble, pese a esos noventa y cinco años que ella lleva con prestancia y sentido del humor. Allí, según comenta, recibe de vez en cuando la visita de algunos promotores e intérpretes de la actualidad musical de Asturias. Y ella agradece esas visitas "porque eso quiere decir que la gente de la tonada no se olvida fácilmente de mí. Y es de tener en cuenta". Está claro que ese sentimiento suyo y de los quienes la conocieron, queda plenamente refrendado con la concesión de la Medalla de Plata del Principado de Asturias y su encuentro con el entonces Príncipe, hoy Rey de España Felipe VI. También forma en el jurado del memorial "Silvino Argüelles" que distingue a los diez mejores intérpretes del año.

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