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Mario Antuña

Siete leguas

Mario Antuña

Todo el dinero no es suficiente

Cuando la Pantoja y Cachuli gritaban aquello de "dientes, dientes", no creerían que pudieran dar para hacerse ricos. Utilizaban su dentadura como símbolo de desprecio ante los medios de comunicación que barruntaban los delitos que les llevaron a la cárcel. Pero los dientes dan para mucho más. Para enriquecerse y también como símbolo de la podredumbre de la riqueza, la avaricia de cientos de fincas, decenas de coches de lujo y un avión por los que delinquir. El dueño de Vitaldent, Ernesto Coman, llegó de Uruguay a finales de los ochenta con 180.000 pesetas y, ejemplo de emprendedor, creó un imperio que blanqueaba dientes y dinero. Acumuló una gran fortuna cifrada en 600 millones de euros, 100.000 millones de pesetas para los que moriremos contando céntimos. Pero como todo el dinero nunca es suficiente, sucumbió a la tentación de evadir al Fisco unos milloncejos y sacar de España otros 100. Qué necesidad, cuando tienes el dentista gratis.

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