Así de simple era la respuesta al interrogante que la pasada semana se hacía en este espacio sobre el hecho de que el nuevo proyecto de la Vuelta Ciclista a los Valles Mineros, desde la óptica máster, no tuviese, al menos, un fin de etapa en suelo mierense. Los promotores de esta estupenda idea, que dicho sea de paso, tienen interesantes planes de cara al futuro, para la histórica prueba, sí pensaron, con todas las de la ley, que Mieres debería tener el lógico protagonismo, pero? como también aparece la lógica aplastante de una necesidad de colaboración económica para alcanzar el objetivo de todo un aparato organizativo, al Ayuntamiento de este pueblo se dirigieron con la solicitud de una subvención. Y en el consistorio de la plaza les dijeron que nada de nada, que eso de las subvenciones estaba cerrado a cal y canto. Como era de esperar, y en la buena lid de seguir con el proyecto, miraron hacia otros municipios, algunos limítrofes.
Esa es la razón simple y llana de que concejos como Aller, Ribera de Arriba y Sobrescobio figuren en el trazado de la ronda, como punto ya fijos de final de etapa, porque sus respectivos órganos municipales sí respondieron a la demanda de un apoyo material para poner de nuevo en marcha, aunque sea a ese nivel, la popular y recordada Vuelta Ciclista a los Valles Mineros. Al César lo que es del César y a Dios?
Pues también en de recibo añadir que sigue la ronda de solicitud de apoyo al deseo de la AA. VV. de La Rebollada, de rendirle un muy merecido homenaje de gratitud y cariño a su hijo, predilecto, ¿porqué no? Ángel García el fundador y mantenedor de esa obra universal de corte solidario que responde a la denominación de Mensajeros de la Paz. Y para ello se espera el apoyo de entidades, comercio y habitantes de todo Mieres, que mérense hasta los tuétanos es este genial sacerdote que recorre el mundo entero pregonando la defensa de los valores humanos e intentando paliar las desgracias de quiénes sufren la dentellada de tragedias, guerras y demás desastres. Así que, a colaborar todo el mundo.
La propuesta. Solamente unas pocas líneas para sugerir, si cabe la posibilidad, que a la hora de actualizar la pintura de pasos de peatones en el casco urbano, se distancien un tanto más, de los cruces en calles de una sola dirección. Mientras que el conductor mira para el lado contrario con el fin de descubrir si hay vía libre, e inicia la maniobra de giro, puede encontrarse ya con peatones haciendo uso de su paso autorizado. Ojo pues, ¡al dato!
La crítica. Baile viene y baile va. Eso ocurre en determinados lugares de la piel urbana de Mieres con el movimiento, no precisamente armónico, de muchas baldosas del suelo patrio. Si llueve uno puede darse una especie de ducha sin proponérselo, o incluso, hasta un esguince o fractura ósea. La revisión llama a esa puerta.
