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Desde la Meseta

Juego de niños

Juegan los mayores como si fuesen niños. Se reúnen con frecuencia y cada uno marca en su papel de cuadrícula los submarinos, torpedos y barcazas que deben colocar sin que uno toque en el otro. ¡Y lo pasan de miedo! Porque echan horas y horas, días, semanas y hasta tres meses desde las elecciones generales celebradas en diciembre del pasado año.

Un Gobierno provisional que se convierte casi en definitivo. Y tres partidos en la oposición que sientan, pero no se asientan que es diferente. Todos ellos especulan cómo echar al Gobierno provisional, pero parece que algunos quieren gozar de buena disposición, pretendiendo asumir cargos de confianza.

Su procedencia es variada y sus votantes surgen de otras antiguas formaciones. Descontentos algunos, Cabreados otros. Incondicionales una mayoría. Confundidos por ese futuro una gran parte. También separatistas. Algunos republicanos. Quedan monárquicos. Pero siguen siendo cuatro los secretarios generales que pretenden entrar en La Moncloa.

Y siguen jugando a los submarinos. A unos se les acaba el papel cuadriculado. Otros tienen hundido algún barco y los supervivientes ya tienen con una "x" el resto de alrededor. Pero aguantan como pueden: son unos fieras, en el buen sentido de la palabra. Y les queda poco o mucho, ¡qué se yo!, para volver a unas elecciones generales.

¿Juego de niños? ¡Oiga, pero ya tienen edad y usan pantalones largos.

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