Es lo que tiene saber bandearse. No se conoce que Ignacio Prendes haya aportado nada reseñable a Asturias ni a España y ahí lo tienen, vicepresidente del Congreso de los Diputados. Eso es saber colocarse, arrimarse al sol que más calienta en cada momento, quitarse y ponerse chaquetas con naturalidad, abandonar barcos y subirse a otros en los momentos más oportunos. Y sin más méritos destacables que esos, ahora dirigirá la Cámara Baja cuando Pastor se ausente. Hay que tener un don especial. Que UPyD va de cráneo y Ciudadanos está en alza, pues nada, salgo de aquí, me integro allá, sustituyo el magenta por el naranja y como si tal cosa. Y aprovechando la corriente, cambio Oviedo por Madrid, que igual en Asturias lo mío ya canta, y santas pascuas del remedio. De oca en oca y tiro porque me toca. Qué duda cabe de que para eso hay que valer. Como lo de esa gente que siempre está en el lugar oportuno en el momento más indicado. No son mejores que tú, no saben más que tú, no están más capacitados que tú, pero tienen la virtud de aparecer en el instante justo. Y, por cierto, también suelen tener la facultad de pasar desapercibidos en cuanto las aguas a su alrededor se enturbian. Todo un arte de supervivencia y afianzamiento en el peligroso mundo de la política. Que poco tiene de benéfico para el administrado, todo sea dicho, porque la atención no está puesta en la gestión de un país sino más bien en los asuntos propios. Pero, insisto, las habilidades están ahí.
Sin saltos entre partidos, alguien con dotes parecidas es el socialista Álvaro Cuesta, que cuando se le iban cerrando las vías dentro de su partido tuvo el acierto de arrimarse a Zapatero cuando Zapatero aún no era nadie. Y mira tú por dónde, pasó lo que pasó, y ZP acabó presidiendo el Gobierno español -una de esas cosas verdaderamente inexplicables-. Y Cuesta tomó la autopista y, hala, adelante con viento de cola durante un montón de años. Tampoco es que el suyo sea un legado político notable pero ahí lo tienen ahora, con voz y voto en el Consejo General del Poder Judicial. Hay que saber.
