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La columna del lector

Montoro mata moscas a cañonazos

La conversación tiene lugar en un banco de un pueblo mierense entre dos hombres de una edad que conversan al temple del sol:

-Y ahora cuando tengas que ir al médicu, a comprar o a cualquier cosa ¿qué faes?

-Ye igual home, agarro un taxi, pa un día que viajo.

-Ya, y a Vicentina, que tien que dir a fregar portales tolos dis ¿vas pagáilu tú?

-Pagarás-ylo tú, que pa eso tas prejubiláu (sonrisa socarrona).

-Nun te confundas, toi jubiláu y enriba tengo menos pensión que tú.

El proceder habitual de aquel que se cree dotado de un halo divino, sostenido por una mayoría-minoritaria, es el de exhibir músculo y proceder como Atila, llevándose por delante todo aquello que obstaculice sus planes. La puesta en marcha de la ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local no es ni más ni menos que una muestra más de la política del PP desde su entrada en el Gobierno; se trata de avasallar, por una parte, a los ciudadanos a base de subidas de impuestos y, por otra, a los ayuntamientos, exigiéndoles un endeudamiento menor, cuando son quienes menos endeudamiento crean y son quienes más servicios directos ofrecen al ciudadano.

Entiendo este proceder como el del cacique del pueblo trasnochado, que sólo imaginamos y vemos ocasionalmente en películas de blanco y negro.

¿Es lógico que se prive a los pueblos de un concejo, llámese Gijón, llámese Mieres, de un servicio público de transporte por orden de un ministro cuyas cuentas, contactos y maquinaciones en la sombra ya salieron en más de una ocasión a la luz pública y sobre los cuales no se quiso verter más gasolina para evitar que el fuego se extendiera? Seamos un poco serios, ya basta de tanto farsante jugando a salvapatrias, ¿me están intentando decir que es prioritario privar de un servicio público mientras que el amado partido de Montoro (PP), condenado a pagar 1,2 millones por no tributar, es quien ha de gobernar y legislar con leyes que rozan el absurdo?... Vemos una y otra vez cómo el proceder de este partido es siempre igual. Hagamos memoria, el rescate bancario ¿quién lo está pagando, los banqueros corruptos y ladrones de corbata o los ciudadanos?, ¿la subida de impuestos y recortes en sanidad y educación?, ¿lo están pagando acaso miembros de la "Gürtel", trama valenciana o madrileña? Tampoco, prácticamente todos los encausados siguen en libertad y seguimos castigando a los mismos: al pueblo.

Este ejercicio de razonamiento al que apelo es inútil entre tanto lelo que se rige por lo que diga fulano o mengano, pero para ejemplo de cómo funciona este país (bananero por mayoría) y para que os hagáis mirar ese egocentrismo en el que estáis sumidos, sería conveniente que antes de proceder amenazando con eliminar servicios básicos le retirarais a Ana Mato la indemnización de 54.000 euros por no tener trabajo, porque esto no sólo raya el insulto, sino que se percibe como un sonoro tortazo a cualquier parado de larga duración, sin subsidio ni ayuda social. De la misma forma, le retiráis al exministro Soria los 4.644 euros que cobra mensualmente, cosa que no entenderé por mucho que traten de explicarme, ya que entiendo que alguien en su posición, después de estar involucrado en tamaño escándalo, debería ser despedido con la misma contundencia que el Gobierno emplea para sacar músculo ante los más desfavorecidos, es decir, patada en el trasero y a tomar vientos.

Finalizo: vivimos cuatro años de recortes, recortes que afectan a las clases medias (si es que siguen existiendo) y sobre todo a la baja. La clase alta sigue regocijándose entre tantos beneficios (no olvidéis la amnistía fiscal), enriqueciéndose a costa de los trabajadores, y por duro que suene espero no ver el día en que un enfermo se vea privado de una atención médica gratuita por carecer de recursos; espero no vivirlo, porque viendo la evolución de los acontecimientos, a no ser que el raciocinio se imponga, la historia volverá a repetirse, el caldo de cultivo está servido; el día que la gente despierte, y despierte de este letargo idiotizante, hablaremos de otras cosas.

PD: no soy pesimista, sólo realista.

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