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Desde la Meseta

Ampliar límites

Sea la que sea, toda profesión amplia sus trabajos. Así el pastelero ya no hace solo Huesos de Santo en esta festividad de Todos los Santos. Si llegamos a Halloween ahora se ponen de moda los disfraces de payaso para meter miedo y ya no se habla de provocar la risa. Y este año ya no picó nadie a mi puerta para decir "truco o trato", porque los niños de años atrás ya no son tan niños y eso de los caramelos o alguna moneda suelta para gastar se ha quedado obsoleto o ya no se lleva.

Ahora los historiadores afirman que Halloween ya era nuestro, que no vino de allá, sino que primero partió de aquí, luego se deshecho y ahora vuelve como otra moda más.

Yo recuerdo, porque me lo contaba mi madre, que la Iglesia católica prohibió los carnavales y que un año ella se vistió, no que se disfrazó, de enfermera y el cura de Carbayín dejó de hablarle una semana.

Ahora hay colegios confesionales donde se prohíbe la celebración de Halloween, es decir, donde hay límites establecidos y, por tanto, no existe ampliación de ningún límite fiestero.

De payaso, de esqueleto, con careta o sin ella, niños y mayores salen a la calle y van a fiestas concertadas. Algunos pasan miedo en tanto otros casi se mueren, sin fallecer, de la risa.

Nada digo de las nuevas confituras, pero a mi me siguen gustando más los Huesos de Santo, sobre todo los de yema, aunque los rellenos de trufa, chocolate o... están de miedo. Así que buen provecho.

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