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Exalcalde de San Martín del Rey Aurelio

La agonía de los transportes públicos

La falta de atención de los políticos a la movilidad sostenible en el valle del Nalón

Me gustaría desde este medio dar una opinión y, si es posible, abrir un debate entre la ciudadanía y los políticos que consideren estos temas dignos de ocupar su tiempo. Se trata de la movilidad colectiva en el valle del Nalón, que atraviesa una situación que empeora de año en año sin que por parte de nadie se tomen medidas para su solución, y ahí están los datos que lo corroboran con la bajada permanente en numero de viajeros. Me quiero centrar fundamentalmente en dos líneas, que probablemente sean las que mas agudizado tienen el problema: Autobuses de Langreo, que como todos sabemos cubren el trayecto entre Pola de Laviana y Riaño; y la antigua Feve, que une Pola de Laviana y Gijón.

A ninguno se nos escapa la mejora de las comunicaciones por carretera en Asturias durante las últimas décadas y también en el Valle del Nalón, algunas muy discutibles como casi todo, pero esa mejora ha sido olvidada para los transportes públicos o colectivos. A pesar de esa realidad no es difícil recordar cómo a muchos políticos se les llenaba la boca, sobre todo en campaña electoral, abogando por los beneficios de los transportes públicos para muchos aspectos de la vida y sobre todo por la sostenibilidad, el ahorro, la seguridad, la contaminación, etcétera, etcétera. Cosa de la que enseguida se olvidan y que, por cierto, muy pocos practican.

Y digo que las inversiones han sido escasas o nulas para todo aquello que tiene que ver con el transporte colectivo porque, tanto los autobuses como la antigua Feve, continúan empleando los mismos o mayores tiempos en hacer los recorridos que hace muchos años. Y son tiempos inasumibles en nuestros días. Es por lo que estos transportes pierden interés entre los usuarios y no solucionan la movilidad a las personas del Valle del Nalón, salvo para aquellas que no tienen un vehículo propio y no les queda mas remedio que usarlos aún a costa de su tiempo.

Dato objetivo a tener en cuenta: en 2005 Feve en Asturias movía mas de 5 millones de viajeros al año, este año 2016 se va a cerrar con una cifra por debajo de los 2 millones.

Si a esto añadimos los retrasos producidos por las horas puntas de tráfico, por averías en el tren, o las cancelaciones de trenes por la falta de maquinistas, que sobre todo este año se han venido sucediendo (han llegado a producirse hasta 40 cancelaciones en un solo día en Asturias), nos encontramos con los ingredientes necesarios para que, si alguien no lo soluciona, acaben por dejar de prestarse estos servicios irremisiblemente. Hay que recordar también que el 31 de diciembre la antigua Feve dejará de tener la condición de "servicio público", algo que obliga al Ministerio de Fomento a mantener operativas las líneas, pero que una vez perdida esa condición, se pueden cerrar si no son rentables. El año pasado las perdidas en Feve fueron de más de 140 millones de euros, "queda todo dicho".

Ante esta situación, a mi modesto entender, de una dimensión enorme pues se trata de la supervivencia de nuestro transporte publico, que lleva décadas moviéndonos a mucha gente del valle, las instituciones pasan del tema o no lo tienen calibrado ya que brillan por su ausencia las declaraciones o las acciones que deberían estar promoviendo para su defensa.

Debo en este punto hacer la excepción del alcalde de Mieres que en varias ocasiones ha salido haciendo declaraciones proponiendo la implicación de la FACC y hacer un frente común de municipios afectados. También tengo que mencionar a FACUA y a la plataforma "Sos Tren" o al colectivo " Asturias al Tren", aunque por sí solos y sin la implicación de las instituciones regional y municipales, no parece que vayan a conseguir nada.

Sin inversiones que actúen en los itinerarios y den preferencia al transporte público, sin desdoblamientos de vías, sin estudios serios hechos por técnicos de las paradas necesarias y sin una política clara y verdadera que potencie realmente el transporte colectivo, estaremos ante su muerte segura. Eso sí, con una inversión gigante en un soterramiento en Langreo, que no habrá servido para nada.

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