"No hay mejor protección que la de los propios compañeros". Lo dijo esta semana la directora del IES Bernardo de Quirós de Mieres, Ana Esther Velázquez, en un acto del Club LA NUEVA ESPAÑA sobre el acoso escolar en el que también participación la psicóloga Natalia Suárez y la abogada María Luisa Duque, y de cuyo contenido tuvieron ayer referencia en estas páginas. Si la mejor protección para el acosado son sus compañeros, quiere decir que hay falta de educación. Además, se pudieron escuchar otras afirmaciones interesantes. "Cualquier diferencia, de raza, sexo, educación o aspecto puede ser el detonante para que un niño agresivo comience a acosar". Otra vez el déficit educativo. O que los acosadores "son niños a los que no se les ha enseñado que las acciones tienen consecuencias". Más de los mismo. Y como una solución se proponía "que empaticen, que entiendan y acepten las diferencias". Más educación como medicina. El problema es que a la calle, al aula, a la vida hay que llegar con la educación recibida en la familia. Pero en muchas casas o no se sabe o se carece de ella.
