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A mi aire

Meternos al riego

La creciente estrategia comercial del "hágalo usted mismo" en hipermercados, gasolineras y bancos

No pasa ni un día sin que nos encontremos con todas las trabas del mundo por parte de empresas de todo tipo, para de acuerdo con sus particulares intereses, ir "metiéndonos al riego", aunque no nos guste ni un pelo.

Son los exponentes del "hágalo usted mismo", siempre en beneficio de ellos que se ahorran gastos y disminuyen plantilla.

Las grandes superficies van cerrando paulatinamente líneas de cajas, con lo cual el cliente se lo tiene que guisar y comer, salvo esperas largas: comprar, escanear, pagar, y empaquetar.

Las gasolineras otro tanto, con el señuelo del ahorro de unos céntimos, te tienes que buscar la vida.

El contacto con empresas de todo tipo, suele ser con voz enlatada que te va marcando los pasos hasta llegar a persona física, eso si, todo amenizado con música durante minutos.

Por nuestra Asturias, mucho publicitar la sidra, pero al final en la mayoría de los sitios junto a la botellita te apurren el escanciador, y a apretar el botonín.

Lo peor - creo- viene dado por la tiranía de los bancos, que en pleno mes de agosto te cierran, al menos en mi pueblo, Lada, donde uno tranca sin más y el otro abre unas horas un par de días.

A estas alturas ya pretenden que lo hagas todo, y no les molestes, a base de tarjetas y más tarjetas. Son decenas de ejemplos los que se pueden extrapolar, con maquinas expendedoras de todo tipo hasta para las cosas más nimias. Pero lo que ya resulta el colmo, y me fastidia, es que en alguna oficina de la antigua Caja de Ahorros de Asturias, ya ni siquiera te puedes dirigir a tu empleado de confianza, pues debes de pasar por la omnipresente maquinita. Así que me pregunto por qué no puedo despachar con Chema o Heriberto, que los conozco de siempre. Pues nada, el que te toque en el sorteo de la rifa.

Lo malo es que vamos a peor, y encima son, más o menos, todos iguales. Y seguro que vamos a seguir empeorando.

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