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Los recuerdos de mi lápiz

Nacidos para disfrutar corriendo

La afición familiar por la práctica deportiva de las maratones y otras pruebas de esfuerzo

Lo primero que hizo mi yerno Mario cuando se retiró del fútbol, fue correr la maratón de Barcelona, luego vendrían muchas carreras más. Las San Silvestres Vallecanas para Silvia y Mario eran insustituibles. Charo y yo pasábamos las Navidades en Madrid y con nuestros nietos contemplábamos aquellas inolvidables carreras.

En nuestros paseos por La Felguera solemos encontrarnos con Efrén, nada más ver su enjuta figura y su forma de andar, descubres al corredor de fondo. Su amena charla discurre por las carreras de los maratones que tanto ama. Oyendo hablar a Efrén, viene a mí memoria el corredor y escritor japonés Haruki Murakami, que en su libro "De que hablo cuando hablo de correr" describe cómo él, corredor de fondo, se desafía permanentemente en la vida.

La carrera de maratón no sabes de antemano si puedes, pero si sabes que quieres llegar para demostrarte a ti mismo que has sido capaz. Porque correr es una metáfora de la vida misma, con dolores, con esfuerzos, con sacrificios, pero a la larga te da alegrías, satisfacciones y te llena de recuerdos inolvidables.

La carrera de fondo a pesar de su dureza es emotiva, porque al llegar a la meta sentirás que un torrente de lágrimas viene a tus ojos, tal vez las sueltes y las dejes fluir, o tal vez por pudor, no. Pero nunca podrás negar la enorme emoción que embarga todo tu ser.

El año pasado, Silvia y Mario corrieron la maratón de San Sebastián, con nuestros nietos como animados espectadores esperamos con emoción su llegada en el Campo de Anoeta. En Gijón se suceden las carreras en las que ya sólo quedamos como espectadores Charo y yo, pues Sergio y Alba -nuestros nietos- participan en las de su categoría.

Los encuentros con Efrén en La Felguera son un cambio de impresiones sobre las carreras en que Mario y Silvia están realizando. Le comentamos la última, la maratón de Cortina d'Ampezzo que corrió Silvia y la Ultra de los Dolomitas -150 kilómetros- en la que Mario participó.

A Efrén, las carreras de montaña de más de 100 kilómetros como la Travesera Picos de Europa, le parecen una barbaridad. Yo le explico que esas increíbles hazañas nacen en el terreno más abrupto de América, donde la misteriosa tribu de los tarahumara de Las Barrancas del Cobre en México, durante siglos han desarrollado técnicas que les permiten correr cientos de kilómetros sin descanso, convirtiéndolos en los corredores de fondo más rápidos de todos los tiempos. Este talento sobrehumano convierte a los tarahumara en hombres serenos e inmunes a las enfermedades y a las tensiones de la vida moderna. Su forma de vivir es tan fascinante que no sólo conquistaría tu mente sino que también inspirará tu cuerpo cuando descubras que el secreto de la felicidad está en tus pies y que todos hemos nacido para correr.

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