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A mi aire

Empacho de Cataluña

La inacabable polémica sobre el secesionismo catalán y las elecciones del 21 de diciembre

De sobra sé que tenemos por nuestro entorno cercano temas muy preocupantes: como pueden ser el cierre, sí o sí, de la térmica de Iberdrola en Lada o la muerte del carbón, que va a quedar en museos para recordar tiempos que no volverán, pero que sirvió para "forrarse" a tantos y tantos. Que se fueron a sitios más cálidos a disfrutar, practicando lo de "el que venga detrás que arree".

Pero voy al titular: lo de estos impresentables de secesionistas catalanes, no tiene nombre. Y llevamos meses empachados de butifarra, salchichón de Vich y crema catalana, las 24 horas del día. No hay modo de tener un minuto de tranquilidad.

Siempre han sido maestros del chantaje, resultando obvio el decir que toda la vida les ha ido muy bien a costa de ello.

Desde que Pujol se lo llevó crudo con Banca Catalana impunemente, creando escuela para su familia y los jerifaltes de su partido, y sin que nadie les metiera mano a cuenta de sus votos, la bola se ha ido acrecentando. Han conseguido todo lo que pidieron, además del conocido -mínimo- del 3 por ciento.

Juegos Olímpicos que pagamos todos, conexión del Ave en 2018 e, incluso, el Estatut por gracia de Zapatero? Espero que las dichosas elecciones del día 21 lleguen pronto, aunque gane quien gane vamos a seguir tragando más de lo mismo hasta ni se sabe.

Y me temo que el "apaño económico" va a ser la moneda de cambio para calmar a la fiera, el globo sonda ya está en el aire: condonación de su millonaria deuda, y regalías de todo tipo, aunque dentro de nada volverán con más peticiones. Son insaciables.

Obviamente, todo ello en detrimento del resto de Comunidades, Asturias a la cabeza. Mientras tanto los vascos, con su cambio de cromos, ya les ha tocado la lotería de Navidad, y Reyes adelantadamente.

Pena de país, y asco de políticos. Voy a tomar un Omeprazol para ver si se me van las náuseas que tengo, fruto de tanto mal olor.

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