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Dando la lata

Claridad

Capítulo 3544. Puigdemont alquila una chocita en Waterloo a cuatro mil y pico euros al mes. Waterloo, donde Napoleón recibió la estocada definitiva. No digo más. A lo nuestro: el movimiento vecinal mierense denuncia algo que, de resultar cierto, sería gravísimo. Y, de no serlo, también. En la térmica de La Pereda se queman más cosas que las propias de ese tipo de centrales.

Más concretamente, aseguran que se ha utilizado plástico como combustible. En consecuencia, sospechan que por las chimeneas han podido salir partículas altamente tóxicas. Es más, los responsables vecinales alertan de la incidencia del cáncer en las zonas aledañas a la central. Como para preocuparse, ¿no? Pues curiosamente, desde que se hizo pública esta denuncia, nadie me ha trasladado la menor inquietud al respecto. No es tema de conversación. Vivimos en un lugar ciertamente sorprendente. Con los guirigáis que montamos por cualquier chorrada. Vaya por delante que no tengo la menor idea del asunto y no digo que sí ni que no.

Considero que ante una denuncia de tal gravedad, las administraciones públicas quedan obligadas a investigar y la titular de la instalación, Hunosa, no debería demorar las explicaciones. Me parece algo muy serio. Es más, es de lo más grave en Mieres en muchísimo tiempo y está pasando desapercibido. Y es exigible que nos digan qué es lo que hay. Con claridad. Sí o no. Se utilizan productos tóxicos como combustible o no. Se emiten partículas cancerígenas o no. Y si las denuncias resultasen falsas o infundadas, sus autores, igualmente, habrían de responsabilizarse de ellas.

Y quiero saber qué pasa. Acepto que para tener acceso a la electricidad he de pagar el peaje de los perjuicios de su producción. Pero hay perjuicios y perjuicios, controlados o descontrolados, asumidos y no asumidos. Exijo explicaciones públicas, con absoluta claridad.

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