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Ventana indiscreta

Acerca de echar a Rajoy

La necesidad de regenerar la figura del presidente del Gobierno y sustituirlo

Que Rajoy, como presidente, y su organización política están llevando a España al fango de la corrupción y también a la cola de derechos sociales, de libertad de expresión y de enviar a cientos de familias a la miseria, son hechos, entre otros, que hacen pensar que "echar a Rajoy" sería el primer paso para una mejoría de la situación social y económica de nuestro país. Así, tuvimos un tiempo en el que Sánchez, líder del PSOE, dijo aquello: " si gano, lo primero que haré es pedir la dimisión de Rajoy". Una boutade que fue casi creída, pero afortunadamente para Rajoy quedó en eso, en frase ingeniosa. Sin embargo, hay voces y opiniones que insisten en ello.

El carácter de las medidas sociales y económicas que el Gobierno del PP está llevando a cabo apunta directamente a su culpabilidad porque los recortes nacen de reales decretos que él elabora y dicta para su puesta en marcha; porque las reformas laborales que están llevando al mundo del trabajo a la miseria rayana en la obscenidad o los planes de privatizaciones se dictan en los ministerios respectivos del Gobierno de Rajoy. Porque el desmantelamiento de la sanidad y educación pública es obra del Gobierno que busca la rentabilidad del poder económico en detrimento de la gente.

El paro, Cataluña, la mujer y su equiparación salarial con el hombre... todo, y más, son para Rajoy, en su nido de la Moncloa, situaciones que él sortea de manera desesperada e inconsistente, además de cínica: "No sé nada, de esa persona de la que me habla? no estoy en ese tema?, sobre eso... ya dirán algo los jueces? Eso vale más no tocarlo..." Así, de ese modo tan raquítico, tan patético e indigno, es el campo en el que se mueve el presidente del Gobierno que tiene en sus manos el destino de todo un país. Un individuo que gobierna poniendo en solfa, no sólo a la democracia sino también a todo un pueblo.

El Gobierno más corrupto de la democracia, con su presidente en cuestión en cuanto a su limpieza y honestidad en la trama Gurtel, pide y exige que se cumpla la ley y para más inri, en su exponencial cinismo, trata de ampliar a tres nuevos supuestos "la prisión permanente", utilizando a las víctimas con el más grosero de los populismos. A cuya pretensión, se opuso recientemente la corporación langreana. Un acierto, que hay que destacar.

Esa falta de moralidad, de ética y el exceso de prepotencia chulesca, es la que convierte en tarea urgente que Rajoy y su Gobierno se vayan, es una necesidad inmediata que tendría tres opciones para convertirse en realidad: la presentación de una moción de censura; una actuación social desde abajo que implicaría el deseo de organizaciones sociales y sindicales, así como de los partidos de izquierda, de que el PP perdiera el gobierno. La tercera opción es la que se abriría en unas elecciones generales. No es lugar, este escrito, para analizar el porqué de que la primera y la segunda opción, sean puras entelequias, ya que parece oportuno decir aquello de "Mejor no meterse en eso". Abogo a la inteligencia de los posibles lectores de estas líneas para su análisis. Habrá, pues, que esperar a las democráticas elecciones generales para dilucidar quién gobernará desde la Moncloa.

Hay algo claro, y es que para los millones de personas en el paro, para cientos de trabajadores que se ven cada día con un nuevo recorte o un ERE, para los estudiantes que se ven fuera de la Universidad por unas tasas que le son imposibles de pagar, para quien pende sobre su cabeza un desahucio inminente; para quienes cada jornada se traduce en horas interminables de problemas, angustias o dramas, para esa mujer que sufre el acoso en el hogar, en el trabajo y que además está infravalorada en el salario; para que la sanidad y educación pública vuelva a ser de todos y para todos, es imprescindible que Rajoy y el PP pasen a "mejor vida" política.

No obstante, algunas posiciones de "izquierda radicalizada" exponen un argumento, en mi opinión conservador ya que sirve implícitamente al poder, en este caso al Partido Popular, además de ser pura retroalimentación "izquierdista" y mero solipsismo político. Es el que reflexiona: "Si echamos a Rajoy ¿a quién ponemos?, vendrá otro Gobierno PP/Ciudadanos o de nuevo del PSOE aunque sea con IU/ Podemos". Tal reflexión se apoya en la veracidad histórica de acontecimientos anteriores, pero no puede ser una justificación a priori de la actividad futura de la política. Es importante tener en cuenta que no se trata, solamente, de que Rajoy el PP se vayan, hay que pensar más allá, en largo. Pero que Rajoy se marche es imprescindible en y como principio. Después, hablamos.

No hagamos buenas las cínicas y bochornosas palabras del ministro de Hacienda, en plenas revelaciones de la Gurtel pidiendo que las cuestiones "morales" no impidan a los demás apoyar al PP. Precisamente, por esas cuestiones "morales", hay que echar al PP. ¡Vamos a ello!

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