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A contracorriente

El turismo olvidado

El desaprovechamiento del potencial de la comarca para la captación de visitantes

En estos entornos de las Cuencas y en concreto en el alto Nalón, la actividad turística no se mima como es debido. Los que tienen el deber de analizar, estudiar y poner al día ideas prácticas y avanzadas en el campo del turismo no lo hacen y si lo intentan es con poca convicción. En la zona hay base adecuada para lograr que los visitantes se acerquen a conocer la historia natural, la industrial, la literaria, la festiva, la etnográfica y la gastronómica.

Sólo es cuestión de propósitos y actuar con entusiasmo para llegar a esa realidad. Lo que se tiene en estos contornos verdes y animados hay que ofertarlo con buenas iniciativas y campañas mediáticas intensas. Se hace con cierta timidez y muchos miedos al fracaso. Ejemplos hay varios. El parque natural de Redes sigue ahí oculto y tranquilo para que lo utilice el verdadero montañero y los amantes del aire libre. La casa natal de Palacio Valdés, todo un literato más conocido fuera que dentro, recibe a muy pocos turistas y todo porque no se hace lo debido para que ese centro museístico alcance el nivel de excelente. Precisamente en Semana Santa, un jueves festivo y ahíto de visitantes en la Pola de Laviana por coincidir con el mercado semanal, el citado museo estaba cerrado. Inexplicable. Y además siendo ese local donde se ubica la oficina de turismo. Fueron muchos ese día los forasteros que preguntaban por la casa natal del novelista en Entralgo. Y varios extranjeros, alemanes e ingleses. Nada de nada.

Silencio sepulcral en una jornada mercantil y festiva con el turismo inactivo y cerrado a todo ser preocupado por el conocimiento cultural y paisajístico de un concejo que apenas le interesa sus reclamos.

Estamos en momentos extraños donde el sentido común y de la mesura brilla por su ausencia y el todo vale ahoga las propuestas de algunos con empuje e interés. Creo que el turismo como actividad económica y de futuro es poco valorada por estos lares y así nos va. El puente románico del Arco está en unas condiciones lamentables y nadie toma cartas en el asunto. Las lamentaciones vendrán después. El centro de la trucha sigue anclado en su casi abandono y no se observan visos de darle una salida idónea y pedagógica, al igual que el ecomuseo de Coto del Musel. Inversiones tiradas por el sumidero de la incompetencia y el atrevimiento. Ocurrencias que causan preocupación y despropósitos.

Y por si fuera poco la naturaleza inhóspita y aburrida regaló a estos rodales del Nalón alto con un argayu de enormes dimensiones dejando al concejo de Caso incomunicado durante más de quince días. ¡Que situaciones! Y sin Turismo estos lugares de naturaleza brava y buena gente no son nada y seguro que se quedarán sin su Paraíso. Hay que animar a Redes, recuperar el estilo de antaño, aprovechar con acción directa los recursos existentes y no olvidar el parque fluvial de la Chalana. Y las oficinas de turismo tienen una misión. Si están cerradas se acabó todo.

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