Se antepone el título "Huida del museo y... otros textos". Lo escribe Julio José Rodríguez Sánchez, cuyo libro recibo hace unos pocos días. Me lo trae el cartero a mediodía y aquella misma tarde quiero echarle una ojeada y me sorprende.
Digo me sorprende porque su literatura me atrae desde el inicio. No soy amante de la poesía, pero sí de la prosa. Y esta me encandila, me atrae. Paso páginas, una tras otra y sin darme cuenta llega la hora de la cena y ya me tragué más de treinta textos.
Cada texto en su página con un título que me llama la atención y, al fondo, una reproducción fotográfica del cielo que el mismo autor lleva a cabo desde la ventana de su casa, un alto piso donde vive, hoy solo rodeado de libros y cuadros que lleva almacenando desde hace tiempo.
Me dice que es su único y último libro, junto con aquel que escribe sobre los cien años de La Montera. Hoy tengo los dos. Pero, repito, me quedo con su prosa, con la profundidad de sus fotografías y su amistad y compañerismo de tantos años.
Enhorabuena Julio José, quizás huido de los museos, pero con unos textos que han llenado mi corazón.
