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Daniel Verbis, el "trompe l'oeil" de un neoabstracto

Una pintura mural y obras recientes que se perciben como más compactas, homogéneas y unificadas en la estructura de su composición

Daniel Verbis, el "trompe l'oeil" de un neoabstracto

En la última década del pasado siglo, tras la purga cuaresmal de minimalismos, instalacionismos, conceptualismos y activismos políticos varios, se produjo un retorno de la abstracción en la actualidad del mundo del arte. Apareció una nueva generación de pintores que tenían como premisa romper con la tendencia hacia lo "absoluto" y trascendente como referente y el deslizamiento hacia el mero formalismo del expresionismo abstracto, que fuera tan dominante, y explorar nuevos lenguajes que, desde la libertad y diversidad creativa, retomaban por el contrario las tradiciones temáticas que inspiraron la abstracción de las primeras vanguardias europeas y establecían incluso vinculaciones con la realidad exterior. Esta tendencia que fue conocida como neoabstracción y, más significativa y menos tópicamente, como abstracción conceptual o redefinida, resultaría decisiva en la revitalización del lenguaje de la abstracción y, en un momento especialmente difícil, de la propia pintura. Por recordar algunos de los nombres reconocidos asociados a aquel movimiento podríamos citar a Roos Bleckner, Jonathan Lasker, Gerhard Richter, Philip Taaffe?, y entre los españoles a Luis Gordillo, José Manuel Broto, Juan Uslé o Xavier Grau. Y creo que en esa nómina de creadores, sin espíritu de grupo y caracterizados por la libertad e individualidad de su obra, debe figurar en buen lugar y por méritos propios el más joven Daniel Verbis (León, 1968).

Y Daniel Verbis muestra ahora su obra actual en la galería gijonesa de Gema Llamazares, como lo hicieron no hace mucho, conviene recordarlo sobre todo porque la serie de obras que presentaron en Gijón suponían una novedad a nivel nacional, artistas tan relevantes como José María Sicilia y Juan Manuel Broto. En cuanto a Verbis, que expone obras de estos dos últimos años en su mayoría, podemos admirar además la que es con certeza su última creación, puesto que ha sido pintada en la pared de la galería en los días anteriores a la inauguración de la muestra. No es que resulte infrecuente que un artista pinte en directo en la galería en la que expone, pero esa actuación suele responder a un gestualismo extendido de su manera gráfica habitual, un poco "la línea que sale a pasear", por citar a Paul Klee, pero en este caso nos encontramos con una obra construida a conciencia y con paciencia, con verdadera entidad plástica que, además, supone una novedad digna de atención por mucho que este pintor tenga tanta capacidad proteiforme. Es una bellísima rareza con claras implicaciones de carácter semántico en cuanto acceso a la realidad y hasta un punto de sugestivo "trompe l'oeil", solo interrumpido por el guiño de un trozo de tela zurbaranesca en el centro de la composición. Me parece obra significativa en la evolución de su obra, y también a Daniel Verbis debe parecérselo porque de lo contrario no la hubiera convertido en la pieza clave de la exposición, por su situación preferente en la instalación de las obras y porque lleva además el título que da nombre a la muestra "Ser mirada y (des) aparición".

Hace ya bastantes años que este interesantísimo artista llama la atención de la crítica y el coleccionismo con una pintura de radicalidad expresiva, personalísima y reconocible aún cuando su estilo se caracteriza por avanzar en muy distintas direcciones. Su pintura, como también sus textos teóricos de talante analítico, vienen a ser reflexiones sobre la aventura de la forma, a partir de la embrionario o germinativo hasta su materialización que es multiforme y que, muy rica en el tratamiento plástico tanto en lo formal como en lo conceptual, busca la armonía entre lo geométrico y lo orgánico. Pero volviendo a las anteriores consideraciones sobre la evolución de su obra, dios pinturas muy recientes parecen responder a una dinámica plástica menos expansiva y fluyente, invasora de espacios. Parecen tener mayor vocación de construcción sedimentada: se perciben como composiciones compactas, homogéneas y unificadas, con la solidez y el equilibrio que acreditan el buen manejo de estructuras, formas y colores.

La exposición reúne trabajos de otras series y técnicas, collages o acrílicos, que completan el conocimiento de la obra del artista. Merece la pena reparar en dos pequeñas esculturas, una de las cuales, "Una casa en la herida", en madera y resina de poliéster, atrae por el enigmático poder de sugestión en lo incierto del trance de la materia al convertirse en forma, y puede recordarle a uno tanto a Magritte como a De Chirico. Todo en la obra de Daniel Verbis interesa y a menudo admira, es uno de esos artistas en quienes reconocemos la capacidad de crear nuevas y diferentes versiones del arte no figurativo certificando así que la abstracción pictórica sigue siendo una de las formas más elevadas de arte.

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