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EMILIANO FERNÁNDEZ PRADO | Profesor, acaba de preparar "Poesía completa" de Basilio Fernández

"Basilio Fernández es aún una incógnita"

"He intentado reunir el corpus definitivo de la obra de mi tío; se han perdido poemas, pero no creo que aparezca nada nuevo"

Emiliano Fernández, con un ejemplar del libro "Poesía completa". ÁNGEL GONZÁLEZ

Un poeta desconocido, muerto cinco años antes, ganaba en 1992 el Premio Nacional de Poesía. Al autor astur-leonés Basilio Fernández (nació en Valverdín en 1909, pero su vida transcurrió en Gijón) le llegó ese reconocimiento póstumo por el volumen Poemas (1927-1987), que la editoral Llibros del Pexe había publicado en 1991. Caso curioso, en ese año había logrado el mismo galardón otro gijonés, Luis Álvarez Piñer, autor también casi secreto, aunque por circunstancias distintas a las de Basilio Fernández. Amigos durante sus años juveniles, ambos fueron discípulos de Gerardo Diego y un ejemplo de la lírica nueva que surgió con la Generación del 27 y vanguardistas como Juan Larrea. Sin las investigaciones y la voluntad del profesor y escritor Emiliano Fernández Prado (Gijón, 1956), sobrino de Basilio y director de Cultura del Principado en los años de la presidencia de Pedro de Silva, aquel libro sorprendente no hubiera llegado a la imprenta. Tampoco Poesía completa (1927-1987), un volumen que acaba de editar Impronta. Traza ahí un amplio perfil biográfico de su tío, además de compilar, ordenar y anotar minuciosamente todos los textos de un poeta cuya vida y silencios siguen siendo, en muchos aspectos, un misterio. Del 1 al 5 de diciembre próximos el libro estará disponible, con acceso libre electrónico, a través de Amazon.

-¿Qué diferencias hay entre esta edición y la que preparó en 1991?

-Incluyo una biografía, aunque hasta donde he podido investigar. Aquella edición recogía 123 poemas, mientras que ahora incluimos 144, más 18 borradores o poemas sin terminar.

-¿Es el corpus definitivo de la obra de Basilio Fernández o cabe esperar alguna otra sorpresa?

-Lo que he intentado es hacer ese corpus definitivo. Estoy convencido de que se han perdido poemas suyos, ahora bien, después del tiempo pasado y de los intentos que he hecho con las personas que podían tener algún manuscrito, no creo que vaya a aparecer algo más. No era organizado. Su poesía apareció en distintos cuadernos dispersos.

-Pese al estudio biográfico que usted ha escrito, se mantiene la impresión de que siguen en sombra zonas de la vida del poeta. ¿El personaje sigue siendo una incógnita?

-Así es. Estoy totalmente de acuerdo. Es un personaje que sigue, en muchos aspectos, en la sombra. Era muy reservado; no hablaba de muchas cosas de su vida.Y en efecto, hay partes de su vida de las que no he encontrado documentación. No obstante, aunque hubiera podido hablar con personas que lo conocieron, estoy convencido de que nos resultaría aún una persona enigmática. Desde muy joven, por razones íntimas, decide tener un mundo propio y secreto. Esa es la realidad. Y también tuvo interés en que eso fuera así.

-Lo que parece es que ni siquiera sus amigos tenían una idea cabal de quién era Basilio Fernández...

-Sí eran conscientes, al menos aquellos con los que he podido hablar, de que existían esas capas, con aspectos de él mismo que reservaba.

-Destaca como poeta joven, al lado de Piñer y ambos de la mano de Gerardo Diego. ¿Por qué su alejamiento del mundo literario?

-Creo que por una mezcla de timidez y de orgullo. Hay cosas que indican que Gerardo Diego le tenía por un muchacho con mucho talento. En los años treinta, Basilio hizo algún intento de publicar. Encontró obstáculos e intervinieron esos mecanismos de la timidez y el orgullo. No insistió.

-¿La Guerra Civil contribuyó a agudizar su personalidad?

-Su decisión de apartarse del mundo literario es anterior a la Guerra Civil. Él no es un "exiliado interior".

-Una diferencia con Piñer...

-Exacto. Yo creo que Piñer y mi tío son, en realidad, personalidades opuestas. Hay un paralelismo biográfico que puede hacer pensar lo contrario, pero sólo hay que leer la poesía de ambos para ver que son muy diferentes. Piñer es una persona que quiere participar en el mundo literario, pero es un represaliado (político).

-En su tío se da la voluntad de apartarse del mundo literario...

-Eso es, algo que Piñer llegó a reprocharle. También es cierto que mi tío se forma en unos determinados años, los de la República, y que ese mundo desaparece. Esa circunstancia influye sobre su aislamiento.

-¿Basilio y Piñer rompen su amistad durante los años la Guerra Civil?

-No, se distancian antes. Está reflejado en la correspondencia de Piñer con Gerardo Diego. Después de la guerra se vieron una vez, pero creo que no tuvieron más relación.

-Basilio Fernández es un creador de imágenes, pero podemos hablar de una obra con distintas etapas...

-Tiene una etapa corta, de acomodarse al garcilasismo de la posguerra. Ahora, se ve que su poesía va por otra lado. Discrepo de las opiniones que se han venido dando. A mí la poesía que más me interesa es la que escribe en 1982 y 1983, su última época; es una poesía gris, deslavazada, melancólica, la de una persona que se ve ya anciana. Aunque no simpatiza con la escritura automática, tiene cosas del surrealismo. Esa etapa me parece muy original, cargada de sinceridad, muy suya.

-¿Es un autor producto de la Generación del 27?

-Lo contó Torrente Ballester en el epílogo que puso al libro de 1991. Hablaba ahí de los epígonos del 27. No está mal planteado. Basilio tiene esa formación, el creacionismo, Larrea. Pero es coetáneo de Hernández, Rosales o Leopoldo Panero.

-Acabó los estudios de Derecho en tres años, vivió siempre de sus negocios. No cuadra con esa imagen de persona cansada de todo...

-Hizo la carrera como un corredor de velocidad porque era el primer universitario de una familia en la que se trabajaba mucho. Pero en los negocios era, si queremos decirlo así, un poco diletante.

-¿Su marca existencial era el hastío? ¿Era depresivo?

-Estoy más de acuerdo con lo del hastío vital, el famoso "spleen" de los poetas. Y es consciente de ello. Es el tema, precisamente, de su poesía final.

-Era un gran aficionado al "jazz"...

-Sí. Creo que el "jazz" empezó a interesarle en los años cuarenta, a raíz de su estancia en Barcelona. En los años setenta escuchaba muchísimo "jazz", conseguía las novedades.

-¿Y las novedades en poesía?

-Le interesaban menos que las del "jazz". Por algún comentario que le escuché, los poetas de la Generación del 50 ya no le gustaban, excepción hecha de Barral. El realismo social no le interaba. A quien leyó con mucho interés fue a Lezama Lima.

-¿Y políticamente?

-Era una persona de derechas, anticomunista. En la guerra se incorpora al Ejército de Franco y creo que se acomoda, pero siempre desde una cierta actitud desdeñosa.

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