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poesía

Toda una vida

Las formas de la Luna, la antología de Felipe Benítez Reyes

Felipe Benítez Reyes.

Toda una vida cifrada en verso, que es poesía y creenciaa lleva ahora a Felipe Benítez Reyes (Rota, 1960) a publicar Las formas de la Luna,una antología de su obra cuyo prólogo firma José Andújar Almansa. El poemario recopila una pródiga y extensa trayectoria, con libros sugestivos e influyentes como Paraísos y mundos, El equipaje abierto, Vidas improbables, Escaparate de venenoso Las identidades. Todo un resumen de este Premio Nacional de Poesía cuyo estilo ha ido depurando con minuciosidad de orfebre hasta resultar tan singular como reconocible. Este creador, que ha tocado prácticamente todos los géneros literarios, alza una audaz concepción del mundo.

Con respecto a si los años afianzan un criterio propio a la hora de establecer un canon poético que articule una antología, Felipe Benítez Reyes afirma que "el paso del tiempo suele traer menos certezas que incertidumbres. La relación que uno mantiene con lo que ha escrito no sólo es conflictiva, sino también inestable. Hay poemas que en principio te resultaban secundarios y que a la larga potencian su significación privada y al revés. Una obra literaria es un organismo cambiante que actúa además sobre el ente mudable que la escribió".

El corte vivencial y el señuelo de la bohemia son rasgos distintivos en la primera etapa del escritor gaditano. "Bohemio tal vez sea mucho decir. Fui un joven que salía mucho de noche, como casi todos. Y me gustaban los maudits franceses y los modernistas hispánicos, con su decadentismo y sus cadencias alejandrinas. Pero nunca llegué a tomar absenta ni a pedir dinero prestado a nadie, y me temo que eso me inhabilita como bohemio en sentido estricto", relata.

Posteriormente surgió lúcidamente un componente más metafísico y meditativo, algo que "impone la edad, supongo. La juventud es fundamentalmente acción. La madurez propone pactos más abstractos con tu pensamiento. Más abstractos y más complejos. Innecesariamente complejos tal vez, pero inevitablemente complejos. Por una cosa o por otra, en la vida se avanza poco. Tiene más de espiral que de camino".

Los silencios editoriales son tiempo reflexivo y vacunan contra las redundancias,. "Repetirse no es malo si la repetición es buena. Todos los autores tienen derecho de plagiarse a sí mismos, siempre y cuando el plagio esté a la altura del original; es decir, siempre que el autor esté a la altura de su rango. Se produce la paradoja de que exigimos a un autor que sea dueño de un estilo propio y, cuando lo consigue, le exigimos que no sea esclavo de su estilo. El problema tal vez no sea tanto la reproducción de una fórmula como la degradación de una fórmula".

En mayo el autor de El novio del mundo o Mercado de espejismos publicará su nueva novela, de la que adelanta que "las novelas, si se resumen, siempre parecen una tontería. La mía trata de lo mismo que el Lazarillo o David Copperfield. Es decir, la invención de una conciencia a través de la invención de una vida".

La brillantez expositiva y el talento en el fondo y las formas son cualidades que atesora su literatura, algo que el autor valora con cierto relativismo."Depende de lo que entendamos por ingenio. Por sí mismo, el ingenio es un factor más, no un factor determinante de la escritura. Ser ingenioso lo mismo puede ser una virtud que un defecto. Más que ingenioso, creo que a un autor le conviene ser astutamente imprevisible. Y muy prudente con respecto al ingenio, que puede provocar hartazgo", afirma.

El humor, perfectamente delineado, forma parte primordial del universo de Benítez Reyes."Para mí el humor no consiste en hacer reír, sino en establecer con la realidad una relación razonable y equilibrada. Una relación de distancimiento que me permita interpretarla con más cercanía. La solemnidad te lleva por lo general a la grandilocuencia y al tremendismo. La vida es fascinante y a menudo puede resultar terrible, pero también es bastante absurda o ridícula. Si prescindimos del humor, le mutilamos la mitad".

Ante la calamitosa realidad actual el escritor debe adoptar la postura "que cada cual considere oportuna. Tengo la suerte de escribir artículos de opinión en periódicos. Por ahí me aplico a ponerme los incidentes de esa realidad en claro, dentro de lo que cabe, que nunca es mucho".

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