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Música

Conciertos para los "Princesa"

La necesidad de retomar la programación clásica en los días previos a la entrega de los premios

Rossen Milanov, al frente de la OSPA, en el concierto previo a los premios "Princesa de Asturias" . LUISMA MURIAS

El día anterior a la entrega de los Premios Princesa de Asturias se sigue manteniendo el concierto de homenaje a los galardonados, en el cual participa el Coro de la Fundación Princesa y alguna de las dos formaciones sinfónicas asturianas -aunque algún año se ha optado por agrupaciones foráneas, relacionadas con alguno de los premiados-. Es un evento que agrupa dos conceptos, el meramente cultural y el social, convertido en una pasarela que tiene como principal virtud el llevar, al menos una vez al año, a buena parte de la oligarquía asturiana que huye, habitualmente, de la palabra cultura como si estuviese asociada a la peste bubónica. Ese día se "mezclan" con los melómanos, especialmente por el atractivo de que el concierto está presidido por los Reyes.

Hasta hace unos años este concierto institucional suponía la clausura de la Semana de Música, una magnífica idea que la Fundación sacaba adelante con la colaboración de la extinta Obra Social y Cultural de Cajastur. Con los cambios en la entidad bancaria se aprovechó, como el resto de la rica actividad cultural que entonces amparaba, para eliminar un ciclo de relevancia, muy importante en la vida musical asturiana por múltiples razones. Hay una muy significativa, la Semana de Música propiciaba una notable descentralización, repartiendo sus propuestas por los más diversos lugares de la geografía asturiana. De esta forma se facilitaba el acceso de música de cámara de calidad a numerosos colectivos que, de otro modo, apenas tendrían acceso al mismo. De manera paralela hay que destacar que la gran mayoría de los intérpretes que formaban parte de la Semana eran asturianos o desarrollaban aquí su carrera, con lo que esto suponía de apoyo al tejido regional. Todo se borró de un plumazo, en silencio, como tanta otra actividad cultural que apenas encontró protestas en determinados colectivos que dicen apostar por una cultura de calidad, de proximidad, al alcance de la gente.

Ahora, en los días previos a la gala de entrega, la Fundación está desarrollando una intensa actividad que tiene su foco en los premiados. Hay una suma de actividades que se van concatenando en forma de encuentros, coloquios, conferencias, conciertos y otras iniciativas que van configurando un mapa cultural descentralizado y al alcance de miles de personas. En este contexto creo que estamos en el momento oportuno para recuperar la Semana de Música, un ciclo que debería retomarse renovado, con un planteamiento diferente, más cercano, pero con el mismo ímpetu y las mismas ganas de llevar la música a aquellas localidades del Principado que no disfrutan de ella el resto del año. Entiendo que Liberbank o cualquier otra entidad debería implicarse en un mecenazgo que no es muy costoso y puede aportar mucho. Gestos y acciones debieran ir de la mano en un momento en el que se precisa compromiso en la difusión de un género que requiere de apoyo institucional. También los ayuntamientos o la propia Consejería de Educación y Cultura no debieran mirar a otro lado. Su responsabilidad es muy alta y, a día de hoy, sus resultados parcos. Una Semana de Música vigorosa puede ser el germen de otras iniciativas conjuntas que rompan la habitual tendencia al localismo que tanto daño hace a la cultura asturiana. Veremos si, entre todos, se puede conseguir algo a corto plazo o, de lo contrario, será otro frente cultural rendido y derrotado.

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