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JAVIER SÁNCHEZ MENÉNDEZ | Poeta y editor

"La poesía española contemporánea acabó en la generación del 50"

"Hay muchos hacedores de versos y pocos poetas auténticos; - los primeros defienden su inutilidad desde las antologías"

Poeta, ensayista, traductor y editor, Javier Sánchez Menéndez (Puerto Real, 1964) continúa una fértil tradición andaluza ( Altolaguirre o Emilio Prados) en la que confluyen creación poética y edición. Resultado de esa atención total a la literatura son unos cuantos libros de interés: los que edita al frente de La Isla del Siltolá, una de las referencias de la última poesía española, y los que escribe. Ayer estuvo en la librería Cervantes, en Oviedo, presentando su último poemario, El baile del diablo (Renacimiento), y la colección de aforismos La alegría de lo imperfecto, editada por el sello asturiano Trea.

- Publicó su primer libro de poemas, "Motivos", con menos de veinte años, en 1983, en la década de consolidación de la llamada "poesía de la experiencia". Muchas cosas han cambiado en la poesía española desde entonces. ¿Cómo ha sido ese recorrido en su caso?

-El poeta debe ser fiel a sí mismo: honestidad, criterio, humildad. Debe alejarse de las corrientes y las tendencias, de los grupos. Debe intentar ser un iluminado, alguien que busca la luz, el camino, la verdad. Debe ser lector antes que poeta. Y con el paso de los años se forja un criterio que debe alimentar permanentemente con el tiempo. Si esto ocurre, como le indicaba, es un creador ajeno a los grupos, a las corrientes, a las tendencias predominantes. Las conoce como lector, pero su criterio le lleva por el único camino posible hacia su obra. Soy autor de un único poema, de un mismo libro, de un único criterio. Disfruto con la lectura, que alimenta la propia obra. La poesía española contemporánea acabó en la generación del cincuenta. Desde entonces hasta ahora hay tanteos, más tanteos y mucho aficionado. Y alguna que otra luz entre las sombras.

-A propósito de "El baile del diablo", su último título, hay quien afirma que es un libro existencial y confesional. ¿Está de acuerdo?

-Toda mi poesía es confesional y por ello existencial. Escribo de la vida y de los actos que la acompañan cada día, en el tiempo y con el tiempo. Intento que esa confesión se muestre desnuda al lector, la desnudez es honestidad, es sinceridad. En El baile del diablo he querido rendir cuentas de mi vida. He intentado jugar esa partida inacabada con Satanás, con uno mismo, con mis padres, con la propia vida. Esa partida aún no ha culminado, y no sé si terminará alguna vez. El baile del diablo es un libro existencial, el autor siempre está presente, y aunque toda poesía debería ser existencial los poetas se empeñan en nublarla.

-Tiene en marcha el proyecto literario "Fábula", una serie de volúmenes en los que se enlazan vida y poesía. ¿Qué es exactamente "Fábula"?

- Fábula es la manifestación de mi propia vida, desde el nacimiento hasta la propia muerte. La vida en la poesía o poesía de la vida, como quieran asumirlo los lectores. Fábula es vivir en la poesía. Levantarnos cada mañana y leer, contemplar, atender y entender. El proyecto de una vida completa. Cada libro de Fábula no se entiende sin el anterior y, a su vez, hasta que todos los volúmenes no aparezcan no podrán ser juzgados por completo. Lo más importante aún está por salir. Los diez libros de Fábula se escribieron en la década de los años noventa. En la actualidad me limito a su corrección, actualización y a añadir algún que otro acontecimiento importante. Podemos decir que Fábula es la obra de toda una vida donde todos los libros de poesía, toda la producción, está presente.

-Este año ha reunido también sus aforismos en "La alegría de lo imperfecto". ¿Qué es un aforismo y qué diferencia, en su opinión, la escritura aforística de la estrictamente lírica o poética?

-Un aforismo puede ser una poética de la concisión. Un golpe en la mesa, un chispazo iluminador, la puerta que se cierra y se abre ante nuestros ojos. Un aforismo debe ser la luz que acompaña a la vida y, por tanto, a la poesía. No intento separar los aforismos de los poemas. De hecho, muchos aforismos están presentes como versos en poemas. Creo que un aforismo debe hacer pensar, debe decir mucho en muy poco espacio, debe hacernos reflexionar, y si conseguimos que nos levante del asiento se habrá conseguido el propósito. No hay diferencia, en mi caso, entre la escritura aforística y la poética.

-Afirma en uno de esos aforismos que en la poesía contemporánea está "ausente" tanto la experiencia como la esencia. Parece una crítica excesiva. ¿Por qué esas palabras?

-Y puede resultar excesiva a simple vista. La experiencia debe llevar a la esencia, pero la experiencia nace de la existencia. Si olvidamos la existencia hay ausencia tanto de experiencia como de esencia, y sin esencia no hay poesía, hay tan solo poemas. Ese aforismo dice: "Al contrario de lo que muchos han pensado, la poesía contemporánea está ausente por completo de experiencia y de esencia."Nuestra meta debe ser llegar a la esencia.

-Y hay otro aforismo que extraña si se piensa que está escrito por alguien que se ha convertido en uno de los principales editores de poetas jóvenes: "Antología de poetas jóvenes? ¿Pero hay poetas?".

-Hay muchos hacedores de versos, creadores de poemas. Pero existen muy pocos poetas auténticos. Los que crean la poesía verdadera escasean. Y esos hacedores de versos se reúnen en antologías para defender su propia inutilidad.

-Su sello de poesía La Isla de Siltolá se ha convertido en una referencia para los aficionados a la poesía. ¿Se lee tan poca poesía como dicen editores y poetas? Si es así, ¿por qué?

-Se leen muchos poemas, pero se lee poca poesía. Ya hemos diferenciado qué es un poema y qué es poesía auténtica. No obstante, hay lectores de poesía y siempre los habrá. Más o menos, pero existen. Intentamos presentar libros de poemas plurales, heterogéneos, dar a conocer a los lectores una muestra de lo mejor que se está escribiendo en castellano en estos momentos. No hay que hacer mucho caso a lo que digan los editores, por su naturaleza el editor de poesía siempre o casi siempre se está quejando, utilizan la queja como argumento de venta ante ellos mismos y el público. Y los poetas, bueno, creo que los poetas deben dedicarse a leer y a escribir. En un aforismo indio: "El poeta no debe vivir de la poesía, debe vivir en la poesía."

-Empezó con la editorial de poesía en el 2009, en plena crisis económica. ¿Por qué ese paso?

-En algún momento había que comenzar. Tal vez para llevar a cabo nuestro fin inicial (dar esa oportunidad a nuevos valores desconocidos) era el momento adecuado. En esos años de crisis cerraron muchas editoriales. Se cerraron muchas puertas.

-Como editor, ha prestado especial atención a los jóvenes y no tan jóvenes poetas asturianos, de José Luis Piquero a Rodrigo Olay. ¿Por qué ese interés?

-Antes era editor de un primer libro de poemas. En la actualidad tiendo al segundo libro. Me interesa la poesía joven, descubrir nuevas voces que merecen ser leídas. Dar esa oportunidad a quien se lo merece de verdad. Ha mencionado usted dos nombres importantes de la poesía española contemporánea: José Luis Piquero y Rodrigo Olay. No me fijo en el hecho de que sean asturianos, son poetas auténticos.En España hay provincias o regiones con mucha tradición poética en la actualidad. El caso de Albacete o Jaén me parecen muy importantes. Mi interés radica solo en la poesía de verdad.

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