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Libros

La vida a ciegas

Siri Hustvedt muestra las vacilaciones de una escritora primeriza en Los ojos vendados

Se acaba de publicar, traducida por Claudio López de Lamadrid, la primera novela, que data de 1992, de la autora estadounidense Siri Hustvedt. Hustvedt, que habló de su obra en el Centro Niemeyer de Avilés en 2017, es autora de siete novelas, varios relatos breves, varios ensayos literarios y una colección de poemas. Su obra ha merecido el Premio Fémina en 2004 y el Premio Internacional Gabarrón de Pensamiento y Humanidades en 2012. En 2015 reseñamos en estas mismas páginas de "Cultura" la que era entonces su última novela, Un mundo deslumbrante, publicada en 2014.

Los ojos vendados hace alusión a las dudas e inseguridades de quien se pone a escribir su primera novela. El personaje principal, Iris Vegan, vaga por Nueva York a la búsqueda de algo que llene su vida de contenido, que la haga sentirse a gusto consigo misma. Su nombre, Iris, es el de la propia autora leído al revés, Siri; Iris hace referencia directa al ojo humano, que, en inglés, es "eye", cuya pronunciación /ai/ nos recuerda al pronombre de primera persona singular "I". Es decir, Iris/Siri se busca a sí misma en la mirada de quienes la rodean; pero el título ya anticipa que está embarcada en un viaje imposible, porque todo el mundo tiene los ojos vendados.

La novela plantea muchas preguntas. Quién puede contestar a la difícil cuestión de cómo se enfrenta una a la página en blanco de una novela por empezar. Cómo se entra en la mente de los demás, de unos personajes envueltos en el misterio, en su propio egocentrismo o directamente en la enfermedad y la locura. Cómo encauzar el impulso artístico, los sueños, el erotismo y el sentimiento de incapacitación que atenaza la mano que sostiene la pluma.

El inicio es inquietante: "Aún hoy a veces creo verlo en la calle [?]; se me encoge el estómago y me quedo sin respiración. Lo conocí hace ocho años". Así comienza un periplo que se divide en cuatro estadios en los que Iris se enreda en los preliminares de una novela de misterio, se topa con las mil y una historias que posponen el encuentro con el tipo de verdad que ella espera, se transforma en una Mrs Hyde de la noche neoyorquina, y adquiere la personalidad de Klaus, el protagonista de la novela de Johann Krüger Der brutale Junger (1936) que ella misma está traduciendo.

El viaje por tal intertextualidad literaria y por los diferentes ambientes de la ciudad de Nueva York convierte esta novela en una odisea contemporánea que incorpora y analiza los iconos de nuestra cultura. El resultado se articula como desmembramiento físico y fragmentación mental: la original perspectiva de las fotografías artísticas, la extraña visión de las calles desde la terraza del ático, la convivencia alarmante con la cordura y la locura en la habitación del hospital, y el anonimato de la fiesta de disfraces de Halloween confunden a una Iris ya desubicada en su condición de estudiante pobre en la Universidad de Columbia.

Cual Alicia en A través del espejo, el Yo de Iris se estira, se ensancha, encoge o se vuelve trasparente, se transmuta con cada experiencia nueva, con cada paso que da, atrapada siempre en el mundo de sus estudios literarios y en el ensayo que está escribiendo: "Las ficciones de la ficción". Los ojos vendados es una novela que contiene todas sus referencias a flor de piel.

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