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Fondo Norte

Centro de Jony, gol de Tonny Sanabria

Los rojiblancos se merecían la fiesta tras las derrotas y el sufrimiento ante la UD Las Palmas

En la noche feliz del Sporting hay que recuperar el mítico titular: "Centro de Jony, gol de Tonny Sanabria". Y así por tres veces, tres veces que saben a gloria y que dan al Sporting una victoria imprescindible porque llega después de tres derrotas ligueras y una copera. Tres goles de Sanabria, el ariete que llevaba semanas sin acercarse al gol por lesión o por falta de ocasiones. Los goles llegaron en un tiro de Jony que rechazó Javi Varas, el portero canario, y en dos pases precisos del extremo cangués, que recuperó su mejor versión. Un pase propició un cabezazo en plancha del paraguayo y el otro, un arrastre. Los tres goles, fruto de impecables jugadas de un Sporting que tuvo un tercer hombre a incluir en el santoral de la noche del Día de la Constitución: Jorge Meré, que debutó en Primera en El Molinón y que dio una primera pincelada del defensa que es y que va camino de ser un defensa de época. Hizo cortes providenciales, no perdió nunca el sitio y cabeceó un balón al larguero en el primer tiempo. Un debut soñado.

La noche feliz hubo que sudarla. Tras el primer gol rojiblanco, la UD Las Palmas se hizo con el control del partido con la sencilla fórmula de ocupar con más gente que el Sporting el centro del campo. Halilovic no vivió su mejor partido, aunque lo abrió con un memorable caño a un rival en el área de Varas. Pero el croata se empeñó en la jugada individual y enfadó a la grada cuando en un contragolpe en superioridad fue incapaz de dar un centro claro en un inútil empeño por hacer gol. La UD Las Palmas empató en un centro que luego copió Jony. Fueron aquellos minutos los mejores de su juego, con agobios para un Sporting que no encontraba el balón.

Tras el descanso, el mando amarillo continuó, aunque el Sporting ya pudo dibujar algún contragolpe. En uno pudo Tonny Sanabria adelantar a su equipo, pero Javi Varas tapó muy bien el remate y evitó el gol. Hasta que llegó el minuto setenta, momento en el que Aytami, que ya tenía una tarjeta, vio la segunda por derribo a Jony, que salía como una flecha al contragolpe. La UD Las Palmas se quedó con diez y el Sporting no dejó pasar la ocasión. Llegaron los goles de Sanabria, como pudieron llegar los de Nacho Cases, en cabezazos; sí, en cabezazos, o el Carlos Castro.

Los goles llevaron el jolgorio a las gradas del Anfield del Piles, que sabía de la necesidad de la victoria. Hubo ovaciones para todos; para Dani Ndi, relevado a la hora de juego, silbado en el inicio, pero jaleado en la retirada; para Jony, autor de los pases de la victoria, y para Sanabria, el autor de los goles, del triplete o del "hat trick". Como un Pío cualquiera, como un Biempica, como Quini o como Escaich, que llegó a cinco. El delantero marcó en un partido más que en dos años, según datos recientes del gran timonel, que tiene al Sporting por encima del descenso y que acaba de presentar en sociedad a un central que le rejuvenecerá.

El Sporting se merecía una fiesta como la de anoche. Ha cortado la mala racha y ha demostrado que sufrirá, como sufrió ante la UD Las Palmas, pero que tiene las mismas opciones o más de alcanzar el puesto decimoséptimo, el soñado por su entrenador, portavoz del hoy feliz mundo rojiblanco. Pase de Jony, gol de Sanabria. Y Jorge Meré.

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