Este domingo en el Carlos Tartiere se enfrentan un recién ascendido, colocado casi en ascenso directo, contra un recién descendido y que cierra la clasificación por la cola. Son las cosas del fútbol, que también lo hacen un deporte apasionante.
Podríamos decir que el lugar que ocupa ahora mismo el Almería es un poco engañoso si nos hacemos eco de su presupuesto o del potencial de su plantilla. Es bien cierto que esta temporada se han incorporado varios jugadores del filial, pero también hay que decir que son jugadores de alto nivel en 2ª B y con gran proyección.
Sin duda que el desencanto mostrado por su afición respecto al rendimiento del equipo esta temporada viene reflejado principalmente por los escasos 14 puntos logrados hasta ahora; aunque es lícito reconocer que se les han escapado puntos en los últimos minutos de algún encuentro y que ha habido partidos donde merecieron más premio. Pero esto es así, y la justicia la marca que el balón entre o no, y cada uno está donde le toca gracias a los méritos que haga tanto en ataque como en defensa.
Es el equipo que más goles encaja junto al Llagostera, y es evidente que teniendo como objetivo el ascenso y estando a estas alturas de competición a 16 puntos del segundo, la tarea se antoja complicada. No por ello va a dejar de ser un rival difícil. Tiene buenos jugadores, y cada semana se oye eso de "la próxima semana empezará a sumar de tres en tres".
La seriedad y contundencia que viene demostrando el Real Oviedo no parece que le hagan un rival muy deseado por los andaluces para despedir el año; sin embargo, sí que tiene pinta de ser un duelo atractivo para el espectador. Seguro que para quien será especial es para Esteban, que conservará de allí muchos recuerdos.
Debido a las exigencias, las prisas por puntuar han provocado que haya habido muchos cambios en las alineaciones, también en los sistemas de juego, pero siguen sin dar con la tecla. Así es que, salvo dos o tres puestos que parecen fijos, será difícil decantarse por un once. De todas formas tienen plantilla suficiente para que salga quien salga formen un equipo competitivo y de calidad.
Las bajas de Fran Vélez y de Chuli permitirán la vuelta de Morcillo a la defensa, y es probable que también de inicio salga Lolo Reyes, provocando un cambio de sistema respecto a los dos últimos partidos al jugar con un solo delantero de referencia.
No especulan en exceso con el juego combinativo, su salida más utilizada desde atrás parte de Cuellar, central de envergadura, con mucha experiencia, sobre todo en la Premier inglesa, que si no encuentra con quien combinar sale conduciendo y desbordando líneas. La segunda referencia en el inicio es Montoro (pivote), que hace de eje manteniendo el equilibrio tanto en ataque como en defensa.
Los laterales suben mucho, sobre todo el zurdo Dubarbier, que está en un buen momento.
Zongo, Pozo o Iván Sánchez son jugadores jóvenes de los que se esperan grandes cosas, de esos que con dos detalles técnicos ya nos van a decir algo. El de Burkina Faso es más explosivo y potente, abarca mucho campo y tiene buena llegada de segunda línea. Iván y Pozo son más hábiles, y aunque parten de banda tienen mucho juego interior y buscan asociarse cerca del área. Su delantero Kike tiene gol, en Guadalajara hace dos temporadas marcó 24 en 37 partidos.
Cuando llegan a zona de finalización suelen hacerlo con bastantes jugadores, pero también descuidan el aspecto defensivo, y les hacen muchos goles.
En defensa sufren menos en el juego directo, con dos centrales que van muy bien por arriba.
