Es bastante común escuchar el comentario de que ha sido el único equipo al que se le ha visto superior al Oviedo esta temporada. Pero de esto ya hace bastante, y ahora las cosas han cambiado, y principalmente en un Real Oviedo que por aquel entonces era calificado como recién ascendido y hoy se le considera candidato a subir, que es muy diferente.
Sin lugar a dudas el Deportivo Alavés ha sido el equipo más regular en este último tramo de liga. A pesar de haber empezado con algún altibajo, han conseguido enderezar su rumbo y colocarse en lo más alto. Han enlazado fuera de casa cuatro victorias seguidas, algo que les aporta mucha confianza, y más respeto aún por parte de los rivales que les reciben.
Cuenta con una plantilla compensada en todas sus líneas, con jugadores de muy buen nivel para la categoría, y solo hacía falta una buena cohesión para conseguir un equipo que fuera claro candidato al ascenso. Hasta el momento, lo están consiguiendo, mostrando solidez defensiva y mucha pegada en área rival.
En su salida de balón no se complican, no tienen mucha elaboración colectiva y con poca participación de los centrales, aunque la confianza que aportan los resultados les permite intentar acciones con mayor riesgo. Prima el juego directo, buscando la implicación de Barreiro o Toquero, dos tanques que se desenvuelven muy bien en ese tipo de fútbol, aunque sufren cuando están lejos del área. A estos les acompaña una línea de tres, con jugadores determinantes, rápidos y resolutivos. Suelen llegar a zona de finalización con bastantes hombres, asumiendo el peligro de que una pérdida de balón les puede hacer sufrir en contraataques del rival cuando cuentan con delanteros rápidos.
En defensa se le puede considerar un equipo intenso, presionante sobretodo en los jugadores cercanos al balón. Esta ha sido una de las claves que han corregido, donde solían cometer algún error en el inicio del pressing, al no coordinar las líneas en esas acciones. Cuando roban buscan transiciones rápidas, y si no lo consiguen, repliegan para juntar al equipo y no dejar huecos.
Empezando por su portería ya se intuye la calidad del equipo, con Fernando Pacheco, de la cantera del Real Madrid, internacional sub 21.
Una línea defensiva muy regular, todos con muchos partidos en Segunda, y en la que el jefe es Pelegrín, ya con 36 años.
En el centro del campo los fijos son Manu García y Mora, ambos muy disciplinados, no pierden la posición y permiten la libertad de acción a sus cuatro jugadores de ataque.
Dani Pacheco, Juli y Femenía, han sido los más habituales por detrás del delantero. Pacheco es muy hábil, puede jugar por dentro o a banda cambiada. Y Juli, lleva mucho peligro desde segunda línea, bien partiendo desde banda o por el interior. El otro, Kiko Femenía, una promesa del fútbol español, criado en la cantera del Barça, pero que también conoce la del Real Madrid; bueno técnicamente y potente, aunque algo intermitente. Es el tipo de jugador que cuando tiene el día es muy difícil parar. Es duda para este partido por un esguince de tobillo y podría ser sustituido por Estrada, lateral ofensivo que les ha dado buen resultado hace unas semanas contra el Bilbao Athletic, o bien podría entrar Guichón y cambiar de banda a Pacheco.
En punta de ataque cuenta con delanteros de categoría para Segunda División. Los habituales, Barreiro o Toquero, son trabajadores, se pegan con los centrales y son especialistas en el remate, especialmente en centros laterales. El ex del Athletic lleva 6 goles, siendo el máximo realizador; aunque el equipo destaca por tener muy repartidos los 29 goles que llevan.
Ya se han movido en el mercado de invierno y han incorporado de momento a tres jugadores, Iñaki (lateral izquierdo de mucho recorrido), Abalo (extremo rápido) y Bernardello (centrocampista argentino con experiencia en Primera).
