Los comienzos son siempre eso: un primer paso para llegar a la cumbre. Un equipo de éxito no se construye en un día. Ni en un mes. Ni por un resultado favorable. Un once ganador es el fruto de una forma de comportarse. De un estilo. De una cultura asimilada a lo largo de una temporada. Una plantilla debe alcanzar su plenitud en abril. No en pleno verano.

Lo más importante del noctámbulo partido del domingo en Pucela no ocurrió sobre el césped, sino al final. Y en la banda. Dedicó Hierro, elegante y señorial, unas palabras de felicitación al oído y un afectuoso abrazo al entrenador rival, Paco Herrera. Y volvió rápido el exmadridista hacia su área técnica para alzar la mano y ordenar de inmediato a sus noqueados pupilos desplazarse a saludar a la infatigable legión azul de seguidores desplazados, reunidos en una tribuna lateral.

El gesto revela a un entrenador concentrado. Atento a todas las circunstancias del juego. Las internas. Las periféricas. Que valora los detalles. Que cree en el compromiso. Que considera que el fútbol no se agota sobre un tapete verde y teje jugadas sin balón. Repitiendo actitudes así, cultivando valores, es como crecen las escuadras rocosas, que saben a dónde van y a qué atenerse, y surgen las inercias positivas, el empuje indispensable para cumplir los objetivos.

Si al elegirle descartando a otros candidatos más curtidos en el fragor de los banquillos Arturo Elías pretendía buscar un director de orquesta total para el Oviedo, el mexicano ha dado en el clavo. El malagueño, más que como míster, parece actuar de mánager general. Está imponiendo con guante de seda un nivel de profesionalidad desconocido en el club desde hace años. No sólo en los métodos de entrenamiento y en el blindaje de la caseta. También, como denota lo de Valladolid, allá donde se acunan los sentimientos. En el alma oviedista.

De su paso por la Federación Española destaca el conjunto de colaboradores que supo atraer a su alrededor. Aquí intenta algo idéntico. Ha fichado un cuadro de ayudantes de lujo. Un rasgo de inteligencia. Sólo los mediocres y los inseguros prefieren a los inútiles a su lado. Para destacar y que nunca les hagan sombra.

Atentos a Hierro. Un líder, un organizador. Tendrá ocasiones, mismamente el próximo sábado, para seguir desgranando detalles de personalidad. A poco que quien debe le escuche y le proporcione los mimbres adecuados, acertará.