Estaba tan previsto como el amanecer: el viaje de Lopetegui, el nuevo seleccionador, a Oporto era el aviso de que no contaba con Iker Casillas en la nueva etapa del equipo nacional. Nadie va a decirle a un futbolista que lo va a llamar a la selección; va a decirle que lo siente mucho, pero que ha llegado la hora de otros, aunque entre esos otros se encuentre Pepe Reina, que tiene también muchas horas de pescante. Estaba previsto que Casillas se quedaba en casa, como estaba previsto que su ausencia era el titular. Faltaría más. Son muchos años en la lista, aunque en el último Campeonato se quedara en el banquillo, con barullo final con Del Bosque, aunque arreglado luego de aquella manera. Habrá que ver cómo reacciona el mejor equipo de marketing del mundo, el del portero del Oporto, que mezclará historia con antimourinhismo y a saber cuántas cosas más. Ausente Casillas, con Pedro, Cesc o Juanfran, la primera lista de Julen Lopetegui no ofrece novedades dignas de mención. Continuismo puro y duro, con algún regreso sonado y la presencia de la sensación del verano, Marco Asensio. Y el portero del West Ham, Adrián, por el del Sevilla, Sergio Rico, que puestos a ser originales, no hay quien nos gane.
Mientras, damas y caballeros, señoras y señores diputados, en los territorios rojiblancos se van cerrando las esperas: el Barcelona hizo oficial la cesión del lateral Douglas, que viene a ofrecer dura competencia (se supone) al lesionado Lora y a Lillo. Un fichaje más, un fichaje menos, en los días previos al dichoso cierre del mercado, cuando los teléfonos echan más humos que nunca. La Liga se va a parar después del compromiso de Vitoria por aquello de los partidos de selecciones, la disculpa para alargar las vacaciones de Neymar en Brasil, y quedará un margen para cerrar plantillas, incorporar y prescindir de jugadores que no entran en los planes de los técnicos, que en el caso rojiblanco son unos cuantos. Claro que a veces es más difícil prescindir de futbolistas, que incorporarlos.
En este mundillo de fichajes y traspasos, se confirma que el poderío económico de los clubes ingleses iba a marcar la realidad. Los clubes medios españoles, pongamos Valencia o Sevilla, ven cómo se les están yendo jugadores que quizá querían traspasarlos, quizá no querían. El Sevilla, por ejemplo, va a jugar la Liga de Campeones y está metido en operaciones de calado que sin duda lo van a debilitar, por mucho que se adorne el sabio Monchi.
Son los detalles en los que se observa la evolución de los acontecimientos en el fútbol patrio, que se queda atrás en lo que se refiere al poderío económico. Las teles inglesas manejan más dinero que las hispanas por razones de muy diversa índole. El propio Sporting ha padecido esa diferencia económica con las marchas de Bernardo y Luis Hernández, a los que más de uno y más de dos han tomado la matrícula para seguir sus trayectorias a lo largo de la temporada. La Premier es otra historia, y conviene que no se olvide este detalle. El viaje a Vitoria no es cuestión de Premier, pero como si lo fuera. O será más.
