El empate del Oviedo ante el Numancia me deja un sabor amargo. El partido ante los de Soria parecía una gran oportunidad para dar un paso adelante y mostrar que el equipo había crecido, más aún después de la victoria de la semana pasada en Cádiz. Aquella victoria en el Carranza es un ejemplo a seguir en los partidos fuera de casa. Ahora, el Oviedo necesita encontrar el mismo camino para los encuentros en el Carlos Tartiere.

La propuesta de los azules en su campo aún me sigue creando algunas dudas. En algunas ocasiones el equipo me parece algo previsible, demasiado cómodo de defender para el rival. Sucedió en algunas fases del partido ante el Numancia. Yo abogaría por introducir transiciones distintas, tener más velocidad y jugar en campo contrario, para intentar incomodar al rival.

Michu tiene que ser más importante en el juego del equipo. Hay un movimiento que hace muy bien: cuando el equipo tiene la pelota suele buscar la diagonal corta, desde su posición en el medio del campo y creo que se puede aprovechar más. Pongamos un ejemplo. El Oviedo empieza elaborando la jugada, Fernández juega con Óscar Gil y éste abre a Christian Fernández en la izquierda. El equipo tiende a iniciar otra vez la jugada con los centrales cuando podría ser interesante que Christian juegue en largo con Michu ante el movimiento de éste. Michu puede hacer con el balón o peinar para Toché. Los pivotes deben estar cerca de la acción por si el balón queda suelto. Michu es un futbolista excepcional en las segundas jugadas y puede ser muy provechoso para el equipo. En cuanto el Oviedo se haga con esa pelota, debe llevarla rápido a la banda.

Ahí es dónde veo otro apsecto donde se puede mejorar: en las pelotas al área contraria. Creo que el Oviedo en su campo tiene que poner más centros. El ejemplo del domingo es bueno: los dos goles llegaron tras centros desde la banda y eos que no hubo muchos centros. Puede ser beneficioso para el juego del equipo y además es una manera eficaz de que la gente se enganche con lo que pasa en el césped.

En casa, le podría venir bien tener alguna variación en las transiciones y jugar un poco más directo. En ocasiones, el equipo parece bloqueado cuando quiere ser protagonista con la pelota, quizás dentro de unas semanas los jugadores ganen confianza y funcione pero ahora es más complicado. Además, cuando el Oviedo está cerca del área contraria se convierte en un equipo muy peligroso. Tienes a Toché y Michu, delanteros top que dominan cualquier pelota cerca de la portería rival. Michu es un experto en llegar desde la segunda línea y Toché se gana la vida en el área.

Si el Oviedo mete 30 centros al área, al menos siete u ocho los va a rematar. Y la grada se va a identificar de inmediato con un estilo más rápido y eléctrico.