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Fondo Norte

El tiquitaca sin remate ha vuelto

Polémica por la actuación del capitán Sergio Ramos y por sus respuestas a las críticas

Nunca una victoria en un amistoso tuvo tanta importancia como la lograda por el Sporting el jueves en Torrelavega ante la Real Sociedad de Eusebio Sacristán. La importancia reside en que el equipo, con reservas y promesas, rompe la racha perdedora y demuestra que la juventud viene pidiendo paso y que en ella hay futbolistas de enorme interés. Victoria de lo más oportuna que serena las aguas a la espera de la llegada del Valencia de Prandelli, compromiso que ahora mismo tiene un relieve enorme pese a que la competición apenas ha echado a caminar hacia la próxima primavera.

De victoria no puede hablar la selección española de Julen Lopetegui. El tiquitaca ha vuelto, pero con menos remate que nunca. El primer tiempo que hizo el equipo nacional en Turín (Turín, Turón, qué tiempos aquellos) recordó a los mejores días de Luis Aragonés, pero no apareció el remate por ninguna parte. Luego llegó el gol con acento canario de Vitolo, pero al final los italianos, fieles a su histórica casta, apretaron y el hermano de René hizo el penalti de todos los días y lo que tuvo que ser una victoria española se quedó en un empate que sabe a muy poco y que será bueno siempre que en el partido de vuelta España logre la victoria.

El partido tuvo alguna lección externa a considerar. La ovación al himno español en respuesta a unos silbidos iniciales es todo un modelo de comportamiento deportivo que convendría ir imitando por algunos pagos a los que no hace falta señalar. Hay que cortar de raíz la fea costumbre implantada en algunos sectores futbolísticos de considerar a los rivales como enemigos medievales a los que hay que exterminar.

La otra lección vino después. La Federación Italiana ha fulminado a Pellé, que se negó a dar la mano al seleccionador cuando fue sustituido y le lanzó un insulto. El jugador ha sido expulsado de la concentración y enviado a China, donde juega, en una prueba de que la educación está por encima de los intereses del equipo. La vieja tesis de que el jugador que se queja cuando es sustituido desprecia al entrenador y al compañero que sale se ha vuelto a cumplir el jueves en Turín (Turín, Turón, qué tiempos aquellos), con final ejemplar de los federativos italianos. Educación, damas y caballeros, señoras y señores diputados, vital para todos los órdenes de la vida, incluido el futbolístico.

No está claro si las respuestas de Sergio Ramos, el hermano de René, a quienes critican su alarmante baja forma (cuatro penaltis en lo que va de temporada), están inundadas de buena o mala educación. El sevillano ha recibido feroces críticas, algunas en las redes sociales, que han merecido la respuesta de nada menos que de Iker Casillas, que se ve que tiene poco que hacer en Oporto o que tiene un administrador de redes de gran eficacia.

En este fin de semana en el que Esuperio no sabe si ir o volver y en el que son dignos de mención Máximo, Manolín y Jesusón, a ver cómo se le da al equipo de Lopetegui el partido de Albania, que es uno de esos que hay que ganar por encima de cualquier circunstancia. Partido para confirmar que el tiquitaca ha vuelto por la puerta grande.

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